Esclava de un Uchiha

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Doble actualización espero sus estrellas , preparadas para el reencuentro en 3, 2, 1...

Sasuke

Nunca me ha gustado estar en eventos de este tipo. Pero si ella estuviera en cada uno de ellos tan hermosa como lo está ahora enfundada en un vestido jade que le pega maravillosamente con sus ojos esmeralda y su hermosa figura, seguramente iría a cada uno de ellos.

Su hermosa piel blanca sigue pareciendo tan suave como siempre, su vestido descubierto en los hombros es una terrible tentación, y me provoca morder su cuello desnudo.

Me giro a ver a Itachi que tiene esa mirada deslumbrante, pero pronto su cara se transforma y puedo ver la vena en su cuello.

Vuelvo mi mirada a las mujeres y ¿qué mierda? Mi pulso se acelera cuando veo que ella toma del brazo a un hombre.

Quiero ir y tomarla en mis manos pero entonces veo esa mirada de rabia en los ojos rojos de Itachi.

— Cálmate— digo susurrando en su oído.

—No— dice tajante entre dientes.

— Esconde tus ojos aquí, ésto podría ser una batalla en un abrir y cerrar de ojos— trato de hacerlo entrar en razón.

— Estoy a punto de saltar sobre él— dice cerrando su puño— no le bastó con traicionarnos ahora va con ella...

No sé que podría decirle a Itachi para que se calme, pero entonces sé que solo hay una cosa que puede hacerlo, y me atrevo a hablar:

— No arruines ésto, demuéstrale a Izumi que cambiaste.

El afloja su mano y sus ojos vuelven a  la normalidad, gira a otro lado sin decir más nada y creo que momentáneamente lo he calmado.

Durante la cena ellas permanecen sonriendo con los malditos a su lado, los conozco a ambos de la academia pero eso no hace que me sienta más tranquilo.

— Allí está ella— habla Mikoto a nuestro lado con aire despectivo mientras limpia su boca con una servilleta— debería pasar a saludarla.

— Basta— ese es Itachi , quien parece haber hecho una tajante advertencia— eres una señora de sociedad y modales , comportarte como tal.

Itachi usa la carta dama de sociedad para calmar a Mikoto.

— Quiero saber de mi nieto— dice ella para luego tomar de su copa.

— Todos queremos, pero el tacto no es tu mejor cualidad, madre. —digo seriamente.

Continuamos comiendo hasta que el postre llega, el director y dueño del periódico hace un anuncio:

— Hoy tenemos la dicha de ser espectadores y receptores de una hermosa joya de mujer, la representante de la lucha en el bando de los azules , la señorita Izumi Hang. Nos va a dar un discurso. 

Izumi se para de su asiento y junto a ella dos hombres a ambos lados.
Ella luce muy atractiva con un vestido rojo demasiado pegado a su cuerpo de cintura arriba y suelto debajo.  Hay más de una mirada apreciativa por parte de los caballeros del lugar. No soy el único en notarlo ya que mi hermano tiene esa vena en su cuello de nuevo.

Ella sube a donde hay un pequeño escenario y se para delante de todos para hablar.

Aclara su garganta— Hoy, muchos esperaban que no vinieramos. Pensaron que tendríamos miedo. Pero no, nunca me he sentido más fuerte que hoy. Estoy aquí parada frente a todos ustedes, a una parte le disgusta nuestra​ opinión, les digo a mi me molesta no poder dar la mía libremente. A otra parte, les da igual y a ustedes les digo, el mundo siempre estuvo aquí, y seguirá estando incluso cuando nos vayamos, pero de nosotros depende hacer que nuestro paso por el valga la pena, porque un pequeña gota no forma un océano furioso, pero muchas gotas juntas son más poderosas de lo que pueden imaginar, yo soy parte de éste torrente que quiere y grita por un mundo mejor, un mundo que les permita poder vivir en paz , con sus hijos, con sus nombres, con libertad de expresión, yo soy parte de eso, soy parte de las personas que quieren un mundo mejor. Yo soy una mujer, no un objeto, soy una persona y no un producto, soy todas las voces de aquellos que quisieron silenciarnos, soy la fuerza que se formó a partir de tanto dolor. Yo soy libre, no más represión, ahora les digo a ustedes ¿Quienes quieren ser? ¿ de qué lado están ? ¿Haremos un mundo mejor? O solo nos quedaremos a mirar. Yo elijo hacer , crear y modificar pero los necesito conmigo porque juntos podemos más. Gracias .