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Bora había esperado a que terminaran las clases para preguntarle algo muy importante a la chica que llamaba zorra. Camino hasta ella algo rápido para que no se subiera a su camioneta y tomo su brazo.

—¿Qué quieres, plástica? —Se volteó la mayor, mirándola con una sonrisa ladina.

—¿Hace cuanto sales con Yoohyeon?

—Supongo que dos meses. ¿No te lo dijo?

Sí. Se lo había dicho. Y era por eso que había recordado esa mañana de sabado, cerca de las 8 a.m. Bora había llegado a un afterparty para seguir celebrando el cumpleaños de su hermano mayor. Y como la fiesta seguía, el ligue también ¿no? Por eso eso la pelinegra había fijado sus ojos en una chica. Alta y delgada, con unas piernas bastantes sexys. Tal vez era la liga en el muslo izquierdo o que su falda negra apenas terminaba de cubrir su trasero. Movía su cadera de una lado a otro, adelante y hacía atrás de una forma tan sensual que Bora se discutia si solo pasar la noche o invitarla a Panther. Claro, la tomaría de la cintura y se encargaría de sacarle la camisa. Hasta que alguien más rodeo su cintura, haciedo que se voltera y comenzara a desender mientras recorrian su cuerpo.

Bora no sabía cómo debía sentirse, por un momento había querido acostarse con Minji ¡Eso nunca! Pero el hecho de que se viera tan candente mientras dejaba que recorieran su cuerpo la confundía un poco.  Para empezar ¿la camisa era rosa? Y vaya, creía que Minji era definitivamente activa. Pero en ese momento no se veía en absoluto como la activa. ¿Y por qué carajos seguía mirándola?

—Osea que esa noche que te ví en el after, ya salías con Yoohyeon. Y aún así estabas de coqueta con esa mujer. —Dijo tratando de no demostrar lo molesta que estaba. Había estado bailando con ella un buen rato y estaba segura de ver como metía las manos bajo su ropa.

—Sí. Formalizamos hoy en la mañana. ¿Por qué te importa lo que hacía antes?

—Por que seguro vas de zorra con ella, o con alguien más mientras ilucionas a MI mejor amiga. —Golpeó el pecho de Minji con un dedo, acercándose de forma intimidante. Lo peor era que la rubia ya sentía un fuerte dolor de estómago por eso. No quería recordar esa molesta risa a sus espaldas cuando Serri simplemente le puso unos billetes en la mano y se fue. No había logrado que olvidara a su ex ni por un segundo, estaba segura. Y ahora tenía que volver a enfrentar a la enana esa. ¿Pero qué podía decirle? En el fondo solo quería cuidar a Yoohyeon, no es que realmente la odiara ¿verdad?— Y no voy a dejar que lo hagas 

—Sé que para ti soy una zorra. Créeme, no me importaría de no ser por que eres la mejor amiga de Yoohyeon. Pero ¿Sabes? Yo la quiero, no la estoy ilucionando.—Se sacó la mano de Bora de encima y la miró frunciendo el ceño. Pero por mucho que su intención no fuera mala, no dejaría que le pasara por encima. Esta vez fue ella la que se acerco de forma intimidante, golpeando su pecho. —Yo que tú, no me dejaría llevar por los rumores. O tú sería la chica misteriosa que se acostó con el preceptor de 4to.

—¿Qué carajos?—Eso era imposible. Nunca en su vida se había acostado con un hombre. Mucho menos lo haría con un directivo de la escuela. ¿De dónde había sacado eso?

—Todos dicen que eres tú. Hablan a tus espaldas.

—Eso no es cierto.—Se defendió.

—Y yo no soy una zorra. Pero todos lo dicen y a ti poco te importa qué tan real es. Solo lo repites. Bora, esa noche borrala de tu mente, haz como que no existió... O ve, corre y dile a Yoohyeon que su novia es una maldita prostituta.—Minji tragó con fuerza. Esas últimas palabras cerraron su garganta. Pero no dejaría que eso la hiciera ver débil. Ese orgullo Bora lo tenía más que familiarizado. Y de hecho era una gran amigo suyo de toda la vida, por lo que podía reconocerlo en esa molesta chica.—Vamos Bora, tu sabes que te creerá cuando le digas que me dio dinero. Te hará caso cuando le pidas que me deje. 

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