IX. Park

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Era muy temprano para despertarse, su cuerpo ya estaba acostumbrado a realizar esfuerzos físicos desde las cinco de mañana, se repitió a sí mismo que ahora podía levantarse hasta las siete. Era en vano, el sueño ya se había ido.

Ordenó algunas de las cajas que quedaron de la mudanza. Más que nada las cajas de ropa, pues el mini departamento incluía los muebles. No tenía muchas prendas sólo que la mayoría eran viejas, debía comprar más, la que había dejado atrás ya no le quedaba, a lo que era antes ahora tenia un poco de músculos, al menos el mínimo.

Llamó primero a Baekhyun, luego a su madre, ambos prometieron visitarlo pronto ambas llamadas no duraron mucho. Ahora sí se sentía preparado para verlos y entablar una relación como adultos que anteriormente el evitó a toda costa. No había visto a su madre en dos años al igual que Baekhyun, el mismo día en el que dio un adiós temporal a su padre, fue una de las cosas más duras por las que tuvo que atravesar con lo tan sensible e inseguro que era, y quizá todavía lo seguía siendo sólo que esta vez él trataría a toda costa de sobrellevarlo, afrontando cara a cara y siendo tan valiente como se proponga.

La universidad quedaba a 15 minutos del lugar donde ahora sería su hogar temporal, a la que ahora asistiría era de las pocas donde podía desempeñarse como gastrónomo. Quería ser profesional en la cocina, por ello había escogido entre las tantas opciones está.

Era temprano, el salón estaba con solo la mitad de las carpetas ocupadas. Al ver a los jóvenes muchachos se sintió un poco viejo comparado a ellos, Kyungsoo debía haber iniciado la universidad dos años atrás. El servicio militar fue uno de sus escapes para después convertirse en una de las mejores decisiones que hizo, servir al país también lo había ayudado a encontrarse.

Verificó una vez más su horario de clases, tenía que acostumbrarse a ser un alumno nuevamente.

Su cabello que anteriormente estaba rapado ahora estaba creciendo, no deseaba tener mechones largos o una melena, le gustaba que esté así. Se sentía fresco ahí arriba, además ahorraba mucho en shampoo.

A las 8:00 am en punto ingresó la profesora. La mayoría guardó silencio y algunos otros comenzaron a murmurar entre ellos acerca de la profesora, sobre lo estricta que era, «parece un amor cuando enseña, pero es una bruja al calificar», Kyungsoo sonrió. En el servicio, sus superiores todos eran unos «brujos», así que se sentía bien relacionarlo a su antigua labor.

—Buenos días —se presentó. Kyungsoo finalmente le prestó atención, lucía joven y demasiado familiar. Ella era como... —. Para ustedes seré Ms Park.

Kyungsoo mordió sus uñas nervioso.

¿No que ya estaba listo para su pasado? Trató de calmar su respiración y que los demás no lo notarán.

La profesora frente a él empezó a dar indicaciones por ser el primer día y en una de ellas explicaba la asistencia obligatoria de todos, que ella sí consideraría las faltas para la calificación final, seguido de ello empezó con la lista.

Era el cuarto, su apellido empezaba con la «D».

—¿Do Kyungsoo?

—Presente —respondió fuerte y claro acostumbrado a responder así a sus superiores. Se avergonzó segundos después porque parecía más un grito, el resto empezó a reír a su alrededor.

—¿Kyungsoo? —leyó otra vez la profesora sorprendida. —¿Do Kyungsoo?

Se acercó rápidamente a dónde estaba sentado, y el muchacho se quedó quieto al darse cuenta de los hechos. Ella lo había reconocido.

—Hijo, hacia años no te miraba —. Kyungsoo se levantó para saludarla con una reverencia pero ella lo atrajo en un abrazo cariñoso.

Se sintió más nerviosos porque no estaba acostumbrado al contacto físico como muestra de cariño, y porque el resto los miraba. De igual forma la abrazó de vuelta, ella parecía sincera.

It's Just MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora