XI. Tarde

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El auto avanzaba a una velocidad que estaba dentro del indicado, era de noche, aunque no muy de tarde, apenas pasaban las 7:30 PM, llegarían a la ciudad en la que Kyungsoo creció antes de las nueve. Eso no hacía más que ponerlo nervioso. Pensaba para sí, que era mejor relajarse aunque era lo que menos podía. Chanyeol había colocado música para relajar el ambiente, su estilo musical seguía siendo bueno.

¿Al llegar a casa qué debía decir?

Kyungsoo suspiró frustrado. Apagó la música y enfrentó a Chanyeol quien lucía nervioso a su lado demasiado concentrado conduciendo.

—Ahora sí dime.

Chanyeol miró el espejo retrovisor y luego a Kyungsoo, sus manos apretaron el volante. Tomó una gran bocanada de aire antes de empezar.

—Luego que te fueras yo seguía con mucho rencor, me alejé de todos. Baekhyun por un tiempo trató de acercarse a mí, pero no le dejé.

Kyungsoo se mordió los labios. Le había hecho prometer a Baekhyun no interferir en aquellos tiempos

—Estuve en negación por mucho tiempo, para finalmente llegar a la conclusión que estaba tan enamorado de ti que no importó que me engañaras, es más hubiera preferido que me utilizarás y te burlaras de mí cuanto quieras siempre en cuando te hubieras quedado a mi lado.

Kyungsoo dejó de respirar. La confesión de Chanyeol llegaba más de tres años tarde.

—Me arrepentí de no haber dicho nada aquella vez. No es que hubiera podido, tú ya tenías las decisión de irte, pero al menos intentar hacer que te quedarás... El no decir nada hizo que te fueras con mucha más decisión.

Chanyeol tenía razón, aún si le hubiera dicho que lo quería no bastaba, porque Kyungsoo también estaba enamorado de Chanyeol, pero no se quería así mismo lo suficiente para querer a otros, eso no bastaba. Él finalmente en cualquier momento se hubiera roto y lastimaría a Chanyeol en el proceso.

—Cuando decidí buscar a Baekhyun era tarde, él ya se había ido a la universidad.

Kyungsoo miró a Chanyeol, sus manos finalmente dejaban de presionar con fuerza el volante y su mirada parecía traerle recuerdos de aquel tiempo.

—En vacaciones de verano, él regresó y me lo contó. Me contó todo, Kyungsoo.

Finalmente le devolvió la mirada y el corazón de Kyungsoo latió rápido. Podía ver cómo los ojos de Chanyeol estaban brillando como un cristal dentro de ellos. El ambiente no era pesado, es más parecía ligero pues Chanyeol se quitaba el peso que llevaba encima por años.

—Yo quería buscarte.

Kyungsoo se aguantó las ganas de preguntar por qué no lo hizo.

—Fui a tu casa con el fin que tu madre fuera ayudarme, pero ella estaba tan desesperada como yo. Lo habías dejado claro, necesitabas tiempo.

Kyungsoo sonrió apenado. Hasta cierto punto estaba agradecido que hayan respetado su decisión.

—Ella me contó su versión, yo ya tenía tú versión por lo que Baekhyun había dicho.

Kyungsoo miró por la ventana. Chanyeol estaba muy involucrado con su vida y ello no hacía más que generarle un poco de miedo.

—Ella te ama, Kyungsoo. Jamás quiso hacerte daño.

Una involuntaria lágrima corrió por su mejilla. Su madre se había sentido culpable por lo que le había dicho. Todos estos años él no habló con ella por más de cinco minutos en cada llamada.

—Ella y yo nos hicimos amigos, ya sabes, para aliviar el dolor. Ella me habló de tu padre—Chanyeol miró de reojo a Kyungsoo, él lo miraba sin pestañear, estaba tan callado que lo intimidaba.

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