Rumores || 31 Minutos ⟨⟨Bodoque x Tulio⟩⟩

Capítulo 11

«Buah, el amor es complicado.» —se quejó el pelirrojo a sus adentros después de analizar el problema en el que se había metido.

«Problema.»

Bárbara le había dicho que un amor que le trae más problemas que felicidad no es amor o no vale la pena. Y desde el comienzo de su relación, Tulio solo le ha traído problemas. Pero, ¿por qué cada vez que piensa en Tulio lo relaciona con la palabra "amor"? Acaso está...

«Enamorado.»

No iba a mentirse. Él en el fondo de su corazón sabía que lo que sentía por el conductor era más que una buena amistad. Y después de todo lo que pasó, ¿por qué negarlo?

Oh, no. La rubia saltaría furiosa a responderle con la frialdad y preocupación que la caracteriza. Le diría que piense en frío, que piense en lo que le conviene y que la forma precipitada de actuar de Tulio NO le conviene.

«Oh, como odio que siempre tengas la razón...»

¿Qué le pasaba? ¿Por qué tenía miedo? Juan Carlos no se reconocía a sí mismo. De la noche a la mañana se convirtió en un hombre inseguro y blando. Se convirtió en un hombre cegado por la ilusión de un amor correspondido capaz de humillarse a sí mismo y destruir todos sus logros profesionales con tal de complacer los caprichos de su amante.

«¿En qué momento me volví así?...»

Ya no le importa nada, después de todo Tulio ya había abierto su gran bocota. Todo Titirilquén sabía que ambos son pareja y parar un chisme de esa magnitud es imposible, sobre todo teniendo en cuenta que ya anteriormente habían rumores sobre una supuesta relación sentimental entre ellos.

Además tampoco quería salir y decir que todo lo que dijo Tulio es mentira, se sentiría como la peor escoria. No se perdonaría romperle el corazón a Tulio, tampoco soportaría vivir una vida cargando el odio del conductor.

«Vivir con el odio de la persona que amas debe ser horrible...»

De repente, el tono de llamada de su celular lo hizo volver a la realidad. Policarpo lo estaba llamando.

—¿Sí?

—Juan Carlos, mañana tienes que venir sí o sí porque tienes una entrevista importantísima conmigo.

—De todos modos pensaba ir —contestó con un tono melancólico en su voz—. ¿Cómo está Tulio?

—Me preguntas por él... Eso quiere decir que no han hablado desde que te fuiste del estudio. Eso es raro teniendo en cuenta que son novios... Hmm... ¿se han peleado? —indagó con picardía.

«Mierda.»

—Ahórrate tus preguntas para mañana —finalizó colgando la llamada.

Al darse la vuelta se encontró con su ahora compañera de piso con ambas manos en las caderas y una expresión de pocos amigos.

—¿Ahora qué hice? —bufó el periodista.

—¿Qué hiciste? Qué NO hiciste, más bien.

—No te entiendo.

—Dijiste que hablarías con Tulio. Mañana tienes que ir a primera hora al canal, ¿en qué momento piensas tener una conversación seria con él?

—Ya pensé en eso. Lo llamaré para quedar en llegar una hora antes al estudio para poder hablar. Siento no haber hablado con él hoy, pero realmente tuve un día de mierda.

—Okay, okay, entiendo —suspiró—. Toma —le lanzó una manta y una almohada—, hace frío de noche.

—Aw, pensé que me compartirías tu cama —sonrió coqueto.