Rumores || 31 Minutos ⟨⟨Bodoque x Tulio⟩⟩

Capítulo 6

Era una linda mañana de sábado. Los rayos de luz irrumpían en la habitación de Juan Carlos, obligándolo a despertar con fastidio.

—Aaaah... Mi cabeza... —se quejó en un gruñido. Tomó asiento y se sostuvo la cabeza con ambas manos—. Qué... ¡¿qué carajos hice anoche?! —exclamó al recordar lo que había pasado hace unas horas.

Dió un salto largo hacia su mesita de noche y tomó su celular. Tenía veinticinco mensajes y dieciocho llamadas perdidas de Tulio. Luego vio la hora; eran las diez y cuarenta y siete de la mañana. Conociendo a Tulio, éste ya estaría en camino a su departamento para reclamarle por haber ignorado sus llamadas y mensajes. Aunque esa no debería ser su mayor preocupación.

El periodista repasó una y otra vez sus pensamientos tratando de convencerse a sí mismo de no haber metido la pata a pesar de estar consciente de lo que hizo.

El estruendoso ruido del timbre llamó su atención sacándolo de sus pensamientos. Era obvio que se trataba de Tulio. Suspiró y fue a abrir la puerta—. Un hombre no huye de sus problemas —pensó.

—Juan Carlos Bodoque, ¡tenemos que hablar! —En efecto, era Tulio. El pelirrojo volvió a soltar un pesado suspiro y lo hizo pasar—. Veo que no haz apostado tu departamento esta vez.

—No he tenido tiempo —Se sentó en las sillas del comedor—. Disculpa si no respondí tus llamadas, estaba durmiendo.

—Sí, ya lo noté —dijo observando lo desaliñado que estaba su amigo, hizo una mueca— ¡Qué irresponsable eres, Bodoque!

—¿Qué? Es mi día libre, puedo levantarme a la hora que quiera —respondió alzando un poco la voz. Estaba irritado porque su sueño no había sido reparador.

—¡Aún así...!

—Oye, ¿qué haces ahí parado? Siéntate —dijo señalando la silla a su al frente.

—¡No puedo, idiota! —exclamó en un grito ahogado y se echó a "llorar". Completamente dramático.

Juan Carlos optó por el silencio durante los siguientes segundos, pensó que sería mejor si no hacía comentarios al respecto. Sabía lo dramático que podía llegar a ser Tulio y lo último que quería era un escándalo.

—¡Estoy esperando...!

—¿Qué estás esperando?

—¡Que me pidas perdón!

—Oh, lo siento, Tulio.

—¡No, no lo sientes! —volvió a hacer su escenita.

Bodoque trató de ser delicado con él, cualquier palabra o movimiento en falso podría hacer estallar al excéntrico conductor.
Se acercó cuidadosamente a él y le dió unas palmaditas en la espalda. No sabía que decir con exactitud.

—¡Basta, no quiero tu lástima!

—¡Aaaah... ¿Entonces qué quieres?! —gritó Juan Carlos a sus adentros—. ¿Qué... se te ofrece?...

—¡Quiero que te hagas responsable de lo que me hiciste!

—¿¡Q-qué...!? —Juan Carlos pensó rápido y dió gracias al cielo que Tulio es hombre y no se puede embarazar.

—Juan Carlos, después de lo de anoche, es obvio que somos novios, ¿VERDAD? —dijo haciendo énfasis en lo último. Miró fijamente al periodista. Bodoque no sabía que contestar.

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—La, la, la, la, la~ —Mario Hugo revoloteaba feliz por los pasillos de la floristería, en busca de un buen ramo de flores para su amada Patana. Finalmente se decidió por unos hermosos lirios.