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Esto era raro.

Su vecino, junto a su insoportable hermano estaban en su ahora casa, sentado en la mesa comiendo la comida que por suerte su tía Chungha había cocinado. Por más que Yoongi amara a su madre, su comida era asquerosa.

Hace unas horas el pálido se estaba comiendo con el edificio rubio andante y ahora estaba allí aguantando los chistes malos de Seokjin, las miradas ultra evidentes de Namjoon, el coqueteo unilateral de su prima Yeri con Seokjin, la mirada fija de su madre y la sonrisa divertida de su tía Moonbyul.

—Entonces, Namjoon ¿Cuáles son tus intenciones con mi Yoonie?

—Mamá—se quejó, sin saber exactamente a que venía esa pregunta.

—Shh, Yoonie yo también quiero saber—murmuro su tía y rodo los ojos.

— ¿Y bien Namjoon?

—Le juro que mis intenciones no son buenas—Namjoon al darse cuenta de lo que dijo negó nervioso. —Digo, mis intenciones son muy buenas lo juro

— ¿Te has aprovechado de mi hijo?

—Claro que no

—Mas te vale, si vas a pretender a mi hijo que sea bien

Vio a Jin cambiar su expresión y supo que su madre le dio el paso para la locura.

—Señora Min—interrumpió Jin. —Yo también tengo intensiones con su hijo

— ¿Que tú qué?—casi grito Namjoon.

—Lo siento hermanito, pero p.. digo Yoongi es hermoso así que no puedo evitarlo

—Uy Yoonie, ni bien llegas y ya estas arrasando

—Pero Jinie—se quejó Yeri.

—No homo, bro

—Bueno yo pienso-

—Tu nada mamá, hasta aquí esta conversación así que déjenme terminar el desayuno que hay que ir a clases

—Pero Yoonie no ha-

—Clases dije

Y como si lo hubiese dicho su tía todo el mundo hizo silencio y siguió comiendo, aunque estaba tratando de estar sereno por el hecho de que ambos Kim querían o sentían algo por él le hacía sentir extraño. Jin era guapo, un maldito descarado, pero seguía siendo guapo y no había mañana que no se despertara con ese imbécil entre sus piernas o posición de cucharita. Parecía que no tenía cerebro, pero escondía su verdadera inteligencia o solo era un imbécil y ya. Decía apodos estúpidos y tenía las manos más escurridizas y descardas que hubiese conocido.

Mientras Namjoon prefería tener permiso antes de tocar a alguien, aunque también solía tener sus tiempos de descaro, parecía que le atraía más su ternura que lo demás, aparte de que besaba jodidamente bien. Ayer estaba seguro que pasaban a algo más si Namjoon no se hubiese acordado que aún estaban en la escuela. Era torpe, solía hacerlo sonrojar y era tradicional en cuanto a tomarle de la mano de la nada.

El tanteaba el terreno mientras Jin se adueñaba del terreno.

Sabía que a ellos no le gustaba que le compararan, pero era casi inevitable, es como si ambos pidieran eso a gritos.

Tan pronto como terminaron Yoongi se escapó a su habitación sin despedirse de nadie, cerro la ventana y corrió las cortinas para que el tonto no se le ocurriera entrar. Se acostó en la cama y suspiro, desde que había salido de Dasegu todo era muy loco.

—Yoon, ¿Puedo pasar?

—Ya estas dentro mamá—se sentó en la cama viendo sus ropas de vieja e hizo una mueca que su madre obviamente ignoro.

¡Atras, Edificio andante! ➸ NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora