3. Está celoso

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Grandes candelabros de cristal cuelgan del techo del salón, decoraciones en color rojo y dorado lo acompañan, así como la melodía del gran piano de cola, melodía que Morgan reconoce como una pieza clásica

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Grandes candelabros de cristal cuelgan del techo del salón, decoraciones en color rojo y dorado lo acompañan, así como la melodía del gran piano de cola, melodía que Morgan reconoce como una pieza clásica. Logra distinguir personas de todos los medios; desde el artístico hasta el político.

Se sintió abrumada por ver tantas personas en un mismo lugar. Janus le sujetó la mano, devolviéndole a la realidad, le sonrío en respuesta y comenzaron a avanzar entre la multitud. Más de una persona se le acercaba para pedirle una entrevista, a lo que ella se negaba. Tiene claro que primero debe ver a su madre.

— Vamos hacia el área VIP, seguro ahí están todos — sugirió Janus, fastidiado por las personas insistentes a su alrededor.

— Supongo que sí, recuérdame quejarme con mamá por la pésima organización de esto.

Con dificultad, cruzaron el mar de personas hasta llegar a las escaleras que dan al segundo piso del lugar, un guardia se encuentra vigilando el área, y unas puertas de cristal oscuro se encuentran frente a ellos al finalizar su camino.

— Señorita Stark, la están esperando.

Morgan y Janus abrieron el par de puertas, encontrándose con caras conocidas: las familias Rogers, Odinson y Strange. El lugar es un salón más pequeño, con sofas, sillas y mesas para cada persona y al final, un balcón que da a una hermosa vista de la ciudad de Nueva York.

Pepper se levantó del cómodo sofá para recibir a su hija; — Cariño, te estuve llamando desde hace minutos, pensé que ya no vendrías — la chica se acercó a su mamá para darle un abrazo y Janus se separó de ella, antes de partir a la mesa de dulces del lugar, no olvida susurrarle a Morgan sobre la "pésima organización", a lo cual ambos sonríen.

— Una multitud de personas me atacó cuando iba entrando, tal vez por eso no lo escuché. Pésima organización...

Morgan paró de hablar en cuanto lo vio en la mesa de dulces: a Pax Strange comiéndose lo que parece ser la última brocheta de chocolate.

— ¡Pax Strange, deja eso ahí!

El chico detuvo el camino de la brocheta a su boca y la miró con los ojos entrecerrados, sonrió divertido y se comió el dulce, provocando que se pusiera roja del enojo.

— Por eso, querida Morgan, es que se debe llegar temprano a los eventos — dijo Pax, cuando se acercó para saludarla.

Está más grande de lo que recuerda, su cabello ruloso parece tener vida propia y miles de pecas adornaban su rostro, una de las pocas cosas que no habían cambiado desde que se habían visto por última vez. Morgan no esperó que la abrazara y prácticamente la levantara del suelo.

— ¿En qué momento creciste tanto? — preguntó la castaña sorprendida cuando la soltó.

— Nos vimos hace un año — respondió Stephen Strange detrás de su hijo — Suficiente tiempo para que alguien en plena adolescencia crezca.

LEGACY I: YOUNG AVENGERS [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora