LEGACY I: YOUNG AVENGERS [1]

6. Nos vamos a Londres

Es de común saber el mal genio que un Stark puede tener, lamentablemente, Morgan no es la excepción. Como resultado de no querer ver a su madre — ni al tal Gideon — buscó cosas en qué ocupar su cerebro y se pasó el resto del día modificando su traje de nanotecnología en la sala de armamento.

— Asark, ¿mis maletas ya están listas? — le preguntó a la inteligencia artificial mediante su intercomunicador. Por costumbre usaba a Asark cuando no quería que su madre supiera donde se encuentra. Viernes le tiene cierta lealtad a su madre y siempre la termina delatando.

— Están listas y de camino a Londres, Señorita Stark.

Tomó un cautín y comenzó a soldar un chip en un par de aretes, le gusta siempre tener un plan B en todas las ocasiones, una ventaja extra. Así que siempre que puede, procura usar sus conocimientos en la tecnología a su favor.

Las puertas automáticas de la sala se abrieron y Jason caminó hasta la mesa donde Morgan está trabajando. Pudo escuchar la música de The Score sonando unos metros antes de que él entrara en la sala. Tecleó unas cosas en la tableta de control y le bajó el volumen, Morgan reaccionó al instante, mirándolo mal.

— ¿Por qué le bajas a mi música, Barnes? — le cuestionó molesta mientras lo señalaba con el cautín, bastante cerca de su rostro.

— Primero, quita eso de enfrente de mi cara — dijo el chico con fastidio, se sentó frente a ella en la mesa — segundo, te quedarás sorda si no dejas de escuchar la música a ese volumen. ¿Qué estás haciendo?

Morgan apagó el cautín y lo dejó de lado, tomó sus aretes y se los tendió a Jason, quien los agarró y comenzó a analizarlos.

— En caso de que se presente la situación, cada arete tiene un chip, uno con un rastreador y otro, mi favorito, un explosivo de bajo nivel — una sonrisa se extendió por su rostro, hasta parecía que un brillo apareció en sus ojos. Jason pareció contagiarse con la emoción de Morgan.

— Por eso nadie se mete contigo, Morgan — le dijo el chico con una sonrisa orgullosa.

— Ya hubo alguien, hace rato — la sonrisa en el rostro de la chica Stark desapareció y puso una mueca de molestia — ¿Lo sabes? — le preguntó, es bastante probable que ya todo el mundo sepa del fastidio que acaba de aparecer en forma de hermano mayor.

— ¿Lo de tu hermano? Me enteré hace unas horas, ahora tendré que soportar a dos Stark — Jason miró al techo — ¿Por qué me castigas así? — dijo de forma dramática.

— Muy gracioso — Morgan tomó un pequeño destornillador que tiene cerca y se lo lanzó, le dio en la mejilla izquierda al mayor de los Barnes. La castaña abrió los ojos sorprendida cuando vio un delgado hilo de sangre recorrer la mejilla del chico, no fue su intención lastimarlo.

Claro, por eso le lanzas un destornillador, pensó.

Se levantó de su asiento y activó su guante de nanotecnología, Jason miró los ojos de preocupación de Morgan, a él no le afecta, el suero del supersoldado corre por sus venas así que sanará.