I do what It takes | Daryl Dixon

7. Death make us stronger

Aubrey Cruz.

Estábamos en el patio de la prisión haciendo ruido para atraer a los caminantes hacia nosotros, obviamente estábamos protegidos por las rejas. Hacíamos esto con el fin de despejar el patio a Glenn y Daryl, quienes estaban preparando el lugar por si estallaba la guerra. Mich acababa con los que se les acercaban mucho. Cuando terminaron se subieron a la camioneta y volvieron, seguí a Maggie y regresé a la zona segura de la prisión con ella y Carl.

Después de ayudar afuera, fui con Carol quien estaba poniendo balas en varios cargadores. Ella amablemente agradeció mi ayuda y me explicó como lo hacía, rápidamente le agarré el truco y podía hacerlo cada vez más rápido y sin errores.

-Aprendes rápido. -Me elogió con una sonrisa.

-Si, de hecho me encanta aprender cosas nuevas. -Expliqué. -Al principio empecé solo interesándose por idiomas nuevos, después por la historia de civilizaciones pasadas, lo que desembocó en que me apasione las mitologías de distintas partes del mundo... -Me interrumpí y ví como se quedó mirándome fijamente. -Perdón, no me preguntaste. -Traté de disimular el leve sonrojo formándose en mis mejillas.

-No, continua. -Sonrió Carol. -Me gusta como tus ojitos brillan al hablar de lo que te gusta.-No pude evitar devolverle la sonrisa. Esta mujer es un amor.

-Pues... -Seguí tímidamente. -Mis padres eran historiadores y mis abuelos paternos eran Mexicanos, -Volví mi vista a los cargadores y continué mi relato mientras hacía mi trabajo- asi que, de niña, me explicaron una y otra vez sobre las civilizaciones antiguas de ese y muchos otros territorios y cuando mis padres viajaban por su trabajo, mi hermana y yo nos quedábamos con mis abuelos, lo que llevó a que ambas desarrollemos el español como segundo idioma.

-¿Así que dejaste la universidad para seguir aprendiendo? -Preguntó.

-De hecho, si. Me di cuenta que aprendía más rápido si hacía las cosas por mi cuenta. Ahorré esos 5 años que me consumiría una carrera que ni siquiera me gustaba y aprendí todo lo que pude por mi cuenta, sobrevivía haciendo trabajos fáciles y que no me consumían mucho tiempo, gracias a eso nunca deje de aprender. -Levanté mi mirada y le sonreí. -Y sigo haciéndolo. Hasta hace 5 meses no tenía ni idea de cómo apuntar un arma.

-Yo tampoco, pero mírame ahora. -Levantó los cargadores en sus manos. -Ahora yo enseño a los novatos cómo hacerlo. -Sonreí. Judith, quien estaba a nuestro lado empezó a llorar. -Ya se me hacia raro que aun no me reclame.

-Quizás tiene hambre, ¿Me dejas darle el biberón? -Pregunté mientras cargaba a la niña.

-Si, me harías un enorme favor. El biberón esta ahí, sobre esa mesa -Me indicó y lo tomé. Acomodé a la bebé en mi brazos y me senté acomodando el brazo que sostenía su cabecita sobre la mesa, así no me cansaría tan rápido. Le dí el biberón y la niña rápidamente comenzó a tomar su fórmula. -También tienes un don con los niños ¿Sabes algún tipo de control mental también? -Bromea.

-No, pero me hubiera gustado aprender. -Le sigo el juego. Rápidamente la niña se termina el biberón, así que la colocó sobre mi hombro y le doy pequeños golpecitos en su espalda para que eructe. Daryl entra por la puerta que da al patio y me ve sosteniendo a la niña.

-Así que le caes bien a la pequeña Asskicker. -Dijo dejando su ballesta sobre la mesa.

-Tengo un don para hacerme querer. -Presumí con fingida arrogancia.

-Lo que tu digas... -Bromeó. Pude ver a Carol mirándonos a ambos intercaladamente con una sonrisa burlona. -¿Vieron a Merle? -Preguntó.

-Creo que bajó a las calderas. -Respondió la del cabello corto y el castaño se dirigió ahí. Cuando Daryl desapareció de nuestro campo de visión, Carol me miró aún con su sonrisa burlona.