ACORRALADA

Capítulo 8

*Capítulo 8*

Una vez más aquí me encontraba, en la casa de mi amiga, no solo con ella sino también con la compañía de Ramsés, anexado a las fotografías, ahora se encontraba la carta con las supuestas reglas, mi mente involuntariamente miraba el reloj cada 5 minutos, como si temiese que el tiempo pasará sin que yo lo notara, las gotas de lluvia resonaban en el techo y se me hacía difícil concentrarme, cada tintineo me desconcentrada más y más, la lluvia en realidad me gustaba, era mi clima favorito, escuchar caer el agua y el olor a tierra mojada era una de las cosas más placenteras que me ofrecía la naturaleza, sin embargo, está vez no lo apreciaba, cada gota de lluvia taladraba y atormentaba mi cabeza.

Miré el reloj, habían pasado al menos unas 7 horas desde que leí la carta, la noche comenzaba hacer presencia y traía consigo un peso grande para mis párpados.

- ok, yo digo que separemos las fotos en categorías, dependiendo del lugar, claramente, juntemos donde sales en el gimnasio...- sugirió Yuli mientras acomodaba las fotografías que se encontraban sobre la mesa de su casa.

Recordé la regla número uno "no debes hablar de esto con nadie" ¿Ellos estarían incluidos?

Me encogí de hombros pero asentí, tal vez ella tenía razón.

- no creo que sea en ese orden, se nos hará más difícil averiguar lo que dice si las categorizamos, a mi parecer deberíamos darle otro orden... - sugirió Ramsés mientras que acomodaba sus lentes de aumento que resbalaban por el puente de su nariz, había cambiado mucho, ya no era el niño dulce que yo recordaba, pero ni que decir, las personas cambian todo el tiempo, de igual forma ahora agradecía su presencia, si iba a morir me agradaba haberlo visto por última vez, aunque esto significara para mí un sin fin de emociones.

"Superalo Sofía"

Me decía a mi misma constantemente, de hecho eso era lo que todo el mundo decía cuando mi relación con él terminó.

"No te merece" - es otra de las frases favoritas de las personas idiotas, yo no estaba con él a modo de trofeo, no me importaba si no me merecía o no, de igual manera no me hubiese gustado que las cosas no terminaran así, en realidad quería que mejor no fuesen terminado, me hubiese gustado darle otro giro a nuestra historia, una que ambos pudiésemos recordar con alegría.

- ¿Escuchaste Sofía? - preguntó Yuli interrumpiendo lo que pensaba.

- si, pero la verdad no sé que hacer - me sinceré.

Tal vez era el cansancio.

- a ver Sofía - Ramsés abarcó mi campo de visión, se colocó de rodillas para que le viese el rostro, yo me encontraba sentada en una de las sillas del comedor, sin querer mover ni un músculo. - es tu vida la que corre peligro, no queremos que nada te pase, necesitamos que pongas atención, sé que esto es difícil pero sólo tu puedes imaginar quién es capaz de hacer semejante cosa. ¿Vale? - otra vez escuchaba mi corazón sonar como un tambor, las mariposas revoloteaban en mi estómago y toda la sangre en acumulaba en mis mejillas, todavía causaba un efecto en mi.

Era la primera vez en tres años que me hablaba directamente, con preocupación ¿Todavía le importaré?

Seguramente era la única persona que se hacía ese tipo de preguntas cuando su vida estaba en riesgo.

- de acuerdo - le sonreí a modo de agradecimiento mientras me ponía en pie y observaba las imágenes, las detallé unos minutos, habían fotografías de hace más de cinco meses, lo recordaba perfecto porque en una de ellas me encontraba en el cementerio, el día que mi padre cumplía cuatro años de muerto, de hecho notaba que esa era la foto más antigua, diría que fue donde todo empezó. - ¡Ya se! - los mire con asombro, ni yo podía creer lo que había llegado a mi mente. - ¡Hay que ordenarlas por fecha!