Se había esforzado tanto en ser una buena persona, en ayudar siempre a los demás y anteponerles. Y sin embargo, hasta el que más le importaba le traicionó.
-❝So where's the Karma, Doc? I've lost my patience...❞
📌| Luzuplay
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—¿Qué te pasa pequeña zorra?—el menor sintió como todo su cuerpo ardía una y otra vez, sin descanso, derritiéndose tanto por fuera como por dentro.—Oh...¿Estás sufriendo? Ven aquí cariño que yo te curo.—Se volvió a acercar sin posibilidad de elegir sus acciones, solo para volver a sentir al cristal romperse contra su piel y a esta arder nuevamente.
—¡PARA, POR FAVOR!
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Auron despertó sobresaltado en su cama, habían pasado ya varias semanas desde que du aspecto se había vuelto el de una "naranja con patas" y, aunque en el día a día no había tenido ninguna complicación en su vida personal, esas pesadillas le perseguían y no podía escapar de ellas.
Eran un bucle, un bucle en el que sufría sin descanso, volviendo a sentir el dolor que tuvo al transformarse en lo que era ahora.
¿Qué soy?
Sería una buena pregunta, pero si no fuera un slime con olor y sabor a miel que, conociendo a Luzu, había intentado que fuera lava y no le había salido; hubiera sido mejor todavía.
Y, sobre todo, ¿por qué tuvo que meterse en el "fuego cruzado" entre esos dos? Había votado a Lolito para que Luzu se olvidara de la alcaldía y que no se corrompiera, pero había resultado todo lo contrario.
Sabía cómo podía llegar a ser Lolito, y sabía lo que hubiera pasado si él no hubiera ganado, pero nunca se imaginó que por salvar a Karmaland de un mal le había traído otro.
Él mismo reconocía que había sido una mala perdona con el mayor, que se había comportado como un cabronazo y que muchas veces sólo le había usado en su beneficio, pero no esperaba ese comportamiento de parte del contrario.
-Joder Luzu...¿qué he hecho?-Miró al suelo en busca de la respuesta a eso, pero no sabía cuál era.
De momento sólo le había convertido en algo raro, pero eso no quitaba que en un lapso corto de tiempo atentara contra su vida.
Y esta vez totalmente.
Para descansar dio de comer a sus "hijos", no quería salir de su casa, no después de ver en lo que le habían convertido. El chico recibió un mensaje al teléfono, miró quién se lo había mandado para encontrarse con Lolito.
Alcalde psicópata
¡Mano derecha! Desactiva las torretas que estamos yendo a tu casa. 15:09
