Ramé.

Inefable。1.5

Inefable 1.5

El pecho me ardía, pero no de sus mordidas ni besos, me ardía de dolor al caer en cuenta de que me había enamorado de él, de mi osado pueblo.

Un rey o reina siempre hace todo por su reino, por su gente, por su pueblo, o en el peor de los casos los traiciona.

—Sabes que esto no es amor, Atena, la primera vez que nos acostamos te lo deje claro, ¿lo recuerdas no?

Asentí con la cabeza y respondí las mismas palabras que me dijo hace tiempo.

— "Esto será todo lo que tú quieras, desde un polvo rápido, hasta un viaje sin final, seré tu amante, amigo o hasta confidente, pero jamás habrá amor de por medio, nos movemos por el placer carnal, tu lo sabes bien, no servimos para esto".

Mencioné y agregué algo más.

— Pero hay una pequeña diferencia entre nosotros dos, en tu caso a ti te dejan de amar de la noche a la mañana, y en el mío, jamas me toman enserio, solo les sirvo para un momento, solo soy algo efímero en la vida de los demás.

Él sonrió, se acercó y la arritmia de mi corazón volvió. Mis tripas se revolvieron de nuevo.
Como extrañaba esta sensación.

— Tú no eres algo pasajero en mi vida, tu no duras un periodo de tiempo corto.

Suspiro y me tomó de las manos, en sus ojos vi algo más, me miraba con esperanza, después continuó hablando.

—Entonces hagamos esto.
Mientras tu me prometas que no me dejarás de querer de un día para otro, yo te prometo que te tomaré enserio, no serás un momento en mi vida, serás  mi infinito, serás mi todo.

Di un paso más y lo tome del rostro, y lo bese.
Me volvió acariciar como si fuera un pétalo, tan delicado y hermoso, pero al mismo tiempo fue tenebroso.

Sentía que iba cayendo por un precipicio, sin paracaídas, sin arnés, sin nada, me deje consumir por el, por su oscuro pasado y maldad que me encantaba.

Aún recuerdo su mirada, cuando me giraba al lado de la cama y lo veía, sonriéndome, incitándome a pecar con él, todo con él era fantástico, era algo inefable, algo que no podía explicar con mortales palabras.