~30 CARTAS A LA VIDA ᶤ ᶫᵒᵛᵉᵧₒᵤ~

~Carta 12~

"Vida, ¿cuántas palabras se necesitan para herir a alguien?
Pocas
¿cuantas balas se necesitan para herir  a alguien?
Pocas
¿Cuántas palabras se necesitan para llevar a alguien a la muerte?
Pocas
¿Cuántas balas se necesitan para matar a alguien?
Pocas...
Tu dirás y cuál es la diferencia entre tus respuestas...pues piensa vida...las balas no te dejan sufriendo mucho...pero las palabras te duelen y te pueden doler hasta el último día de tu vida, la gente piensa que una simple palabra no puede hacer una diferencia...pero eso no es verdad.
He visto escuchado palabras que hieren otras que salvan y algunas otras que matan.
Jamás sabremos que tanto mal hemos echo a las personas...solo piensa que tanto has insultado a alguien, que tantas personas has ignorado o menospreciando...solo piensa a cuántas personas hemos dejado de lado. Nadie se salva de esas acusaciones todos lo hemos hecho...palabras como.

Uy eres una jirafa
Perdón enano
Pero que flaca...seguro eres anoréxica
Pero que gorda...deberías ir al gimnasio
Aquí huele a zorra
Aquí huele a virgen
El matadito
La lame bolas a los maestro
Amiga...tengo el número del mejor cirujano plástico, te lo paso? Como que necesitas uno
Te has pesado en tu vida?
En tu casa hay espejos?

Vida solo te dije algunas de las palabras y tengo que aceptar que sonan tontas y sin importancia...pero ¿cuánto daño le pueden generar a una persona que ya se siente mal consigo mismo? La respuesta es mucho...
Las balas matan si...pero son una forma de matar "piadosa" no sufren mucho en cambio las palabras son como golpes...golpes que dejan marcas por días, meses o hasta año...todos tenemos marcas unos más que otros y tu vida?¿cuántas marcas tienes?"

Julia metió el sobre color amarillo ya sellado al cajón, para luego agarrar un cuaderno donde escribían todo lo malo que le habían dicho...bajo a la cocina tomo los cerillos y salió al patio.

Arrojo la libreta al piso prendió un cerillo y se lo arrojó a la libreta luego prendió otro e hizo lo mismo...se quedó observando como las llamas iban consumiendo las hojas y no quedaba nada de ella más que las cenizas...al final solo quedó un pequeño montoncito de ceniza que el viento se llevó. Julia volvió a entrar a la casa pero ahora con una sonrisa de satisfacción...se había librado de sus marcas quemandolas.