╭Me llamo Ana╮||Rubelangel

oh ana

By; Mother Mother.
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Son las doce de la tarde. Rubén observa desde la lejanía la primer terapia de su vida.
Tuvo una pequeña introducción en el desayuno, obviamente se llevó todas las miradas de las jovenes, y no podía negarlo, guapo, acento noruego, alto, jóven. ¿quién no va a amarlo?

Nunca había ido a una, solo a visto muchas en películas o las imagina por los libros que lee.
Imaginó una tortura en carne propia, pero de hecho todo era agradable, o eso podía ver.
Eran fácilmente quince internados, todos tenían una taza de té en sus manos, aunque pocos bebían.
La curiosidad y el morbo se apoderaron de él y se acercó al área, sentándose en un sofá vacio, aun lado de dos jóvenes chicas.

Sonrió saludando a ellas, era hora de continuar. La chica a cargo le hizo una señal, y la sesión continuó.

—Bueno... Subí un kilo, ahora peso 46 y eso es bueno, creo...- Era una chica pequeña, tenía facilmente doce o trece años,era triste. Su cabello era corto y ondulado, rubio. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, pero las lágrimas en sus ojos eran más.
— mis padres... Ya no me hablan. Creo que ellos ya no me quieren, está bien; yo tampoco me querría.

Rubén sintió como una lágrima resbaló por su mejilla. Sentía, ¿lastima?, ¿dolor?,¿pena?,sentía vergüenza tal vez. ¿realmente existia gente con ese corazón?
Los padres siempre son amoroso, ayudan a sus hijos sin importar qué ocurra, los apoyan; les dan amor.
La mitad de chicos ahí no abrazan a sus padres desde hace meses, no tienen amor.
Tomó la mano de la chica, estrujandola con amor. Y le sonrió, porque quería hacerle saber que ahora estaba a salvó.

—Tranquila. Estoy seguro que alguien estará orgulloso de ti, eres una guerrera muy fuerte, y creo que hablo por todos los presentes que... Estamos orgullosos de ti.

Y el llanto empeoró, la joven se lanzó a Rubén para abrázalo con fuerza, y Rubén colocó sus manos sobre su espalda, podía sentir sus pulmones respirar y sus huesos sobresalir. Trataba de calmarla y desde luego, hacer que la terapia continuara; ella regresó a su asiento, pero no podía soltar la mano del castaño.
Y ea que, él tenía un don; tenía eso que casi nadie puede ejercer, ayudar y tranquilizar. Él podía escuchar, hablar, ayudar a quien lo necesitaba, hacer sentir mejor a la gente con su simple atención o presencia.

Hubo un corto silencio, y todos fijaron su vista en el siguiente, en Mangel. Mantenía sus brazos rodeando sus piernas, arriba del asiento. Un gorrito de lana azul cubría su cabello y parte de su cabeza, suspiró cansado y miró a otro lado.

—Bajé dos kilos más.-Soltó de golpe, mirando sus manos.- Sé que si sigo así van a expulsarme de acá... Y voy a ser entubado. No quiero un tubo en mi estómago, pero tampoco quiero comida en mi boca.
No quiero volver a ser gordo. Los estándares de belleza de la comunidad Gay me lastiman.
Si no soy delgado, no soy atractivo, si no soy pálido,si no tengo pelo largo, si no soy lampiño.

Había susurros, susurros de otras chicas que Rubén he Irina notaron, haciéndolas callar.
Pero Mangel, solo sonreía irónico.

—Ser hombre con TCA es ser ignorado y minimizado... No me están tomando en serio, los odio.-Se levantó del sofá y caminó lejos de ahí, no hubo una persecución para ir a buscarlo, solo un suspiro cansado y la terapia continuó.

Que triste es ver una escena así. En realidad, el lugar es triste por si mismo.

Teen idle

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By;  Marina and The diamonds

4:42 pm