stressed out

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By: Twenty one pilots

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La respuesta es; no.
Nada está bien. Cuando Rubius abandonaba aquél lugar, las horas parecían ir en picada. Y su pequeña sonrisa o gramo de felicidad eran básicamente rebajados a... Nada.
Suspiró, se levantó del pasto y sacudió lo que había quedado pegado en su ropa, miró a su alrededor y es que realmente no había algo interesante que hacer ahí ahora.

"Quiero una ducha"
Se dijo así mismo y apresuró a entrar a la casa, realmente disfrutaba estar en el baño solo él. Aunque, vomitar no era lo suyo. Preferia solo el agua, y eso es todo.
La puerta fue cerrada, tomó una toalla limpia y se despojó de su ropa poco a poco.

Odiaba los espejos pero el lugar estaba lleno de ellos, era inevitable no verse. Sus manos tocaron su cuerpo, podía sentir sus clavículas clavadas en su poca piel, sus piernas astilladas y su espina dorsal saliendo de forma insana. Se sentía romper, un toque y estaba roto.
Había pelo saliendo en la parte de sus brazos, piernas y abdomen. Eran fino, casi invisible, se le advirtió que pronto saldría si seguía así de mal, eso ocurre cuando tu cuerpo trata de mantenerte caliente. Los suéteres largos ya no son suficientes, ni el agua caliente chocando sobre su piel desnuda.
Entendió, estaba perdido.

La puerta fue tocada tres veces, seguido de una voz preguntando.

—¿Mangel?

"Carajo..."

—Silvia, joder. Dame un segundo, me estoy duchando.

—Pero... ¿No te habías duchado más?

—Si, pe-pe-pero fue con Rubius y me puse nervioso.

Realmente le ponía de nervios ducharse con aogyuen vigilándole sutilmente.
Colocó una toalla sobre su cintura y salió, mostrándose sano.

—Estoy bien.

—Abre boca.- Mangel abrió la boca, no hay rastros de haber vomitado. Muñecas revisadas, cadera, piernas.
"Que pesada, suéltame ya."

Se zafó del amarre, y aunque Silvia quizo insistir, la opción fue denegada, la puerta de la habitación se cerró fuerte.

"¿Esperas a que vuelva...?"

"Claro que si... Simpre lo hago..."

La fina ropa de lana tocaba y cubría de todo frío su pequeño cuerpo, se metió entre sus sábanas y suspiró, mirando la ventana de la habitacion. En la lejanía, oía como sus compañeras de habitación peleaban para llegar, o al menos hablaban.
La puerta se abrió y ellas entraron corriendo, jugando y empujando.
Mangel cubrió su rostro con las sábanas, cerrando los ojos.
Y hubo un silencio, sumando el peso nuevo sobre su cama, la curiosidad ganó y asomó su vista, las tres chiquillas estaban encima de él viéndole.

—¿Te gusta Rubén?

—¿Por qué Rubius?

—¿Ya se besaron?

Una carcajada se escuchó, mangel se levanto de su cama, ahogándose de risa.

—¡Que tonterías piensan!,Rubius solo es un apodo... Es divertido. A mi no me gusta, y no; no nos hemos besado.

Ellas parecían decepcionadas.
—Pero él es guapo... ¿por qué no te gustaría?

Quizá ese no era el problema. Mangel sabía que Rubén era guapo, bastante guapo.
Mangel podría amar a Rubén, pero Rubén no amaría a Mangel, porque es un fenómeno y un monstruo.
Quizá ellas notaron su tristeza ante esa pregunta, se levantaron de la cama y solo pidieron una disculpa, se retiraron.

"No... No me gusta Rubén...
Él solo es amable conmigo..."

"A él no le gustaría alguien como yo."

Fairytale
By: Milky chance
1:53━━━━━●─────2:51

La lluvia siempre es buena para todos. Rubén amaba ese tiempo, gotas de agua helada cayendo del cielo y chocando contra su pálida piel. Bella, una sensación simplemente inexplicable, además de un aroma que causa una enorme nostalgia, tristeza... Y te hace sentir raro, porque no sabes que pasa por tu mente.

"Gracias." agradeció y tomó su bolsa de compras, nada mejor que un buen ramen para comer después de una gran jornada de trabajo.
Aunque, se sentía mal. No debió de haberse desahogado así con Miguel, y llorar frente suya.
Era ayudante, no jodido paciente. Debía mantener sus emociones dentro o eso lastimaría pronto a su amigo...

¿somos amigos...?

Rubén tuvo tantos amigos que se acostumbró a llamar a todo aquel que le acompañe "amigo"
Si... quizá amigos. Eso le hacía feliz. Si seguía de esa forma, ibana evitar que Mangel fuera entubado, ya era algo que sonaba jodidamente asqueroso. Abrió la puerta de su hogar y se tiró sobre el sofá...

-¿qué estás pensando?"

-Uh... ¿como salvas a alguien que no quiere ser salvado?

-uh. ¿no quieres ser salvado?

-no merezco ser salvado. No importa, alguien más vale la pena, yo no.

-deja de decir eso, mangel...

quizá un regalo le alegre.
Le gustan los libros, ¿puede llevarle libros?, genial; mañana le entregará uno y así no se aburrirá nunca.
Era un lindo detalle, además..
Pensaria en él cada que lo lea.

"¿por que quieres que piense en ti?"

"es obvio. Está solo, necesita compañía"

"Vaya compañía..."

Ojalá poder estar ahí 24/7.
Ojalá poder curar a alguien con amor.

╭Me llamo Ana╮||RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora