Desde lejos unos llantos de un bebé se escuchaban con fuerza y con mayor insistencia. No deseo volver a recordar todo. Las calles no estaban bien cuidadas. Parecía que Dios nos había abandonado con este tormento. Una enfermedad había llegado como las plagas de Egipto y parece que el factor de exterminio vuelve. ¿Empezará de nuevo la desgracia que nos jodió hace más de un siglo? Nunca, en este país, se olvidará este número: 1915. No olvidaremos a nuestros hermanos ya fallecidos que desaparecieron con la deportación (algo así como con Babilonia).
Posiblemente no comprendes, como lector, de lo que te estoy hablando. Mi nombre es Arax, al igual que el río del país donde nací: Armenia. Un país donde se practica la democracia; la mayoría de la población sí cree en Cristo. Ubicado en el Cáucaso Sur, de hecho, somos de la zona soviética, por lo que nos es sencillo hablar el ruso y también el inglés para los que tenemos esas capacidades. También somos considerados como un de los países menos bélicos.
Como nadie sabe de nuestro país, nadie supo sobre el genocidio transcurrido en el año que mencioné anteriormente. Hace años atrás, mi banda favorita vino y tocó en la capital: Yereván. Estaba tan emocionada de verlos, pues sus canciones me han motivado tanto. Recordaron la tragedia con un concierto espectacular que nadie lo imagina, pensando en cuando fueron los teloneros de Slayer en sus principios y que incluso, los fans de esa banda de thrash los odiaba. Por mi parte, a mí me fascina el metal. Pero el punto de mi historia no es en sí narrar mi vida, sino que las personas entiendan y conozcan la nueva desgracia que estaba a punto de suceder próximamente.
Logré llegar hasta donde estaba el bebé llorando porque no había comido. Busqué a sus padres en todas las habitaciones del lugar, hasta que solté un grito muy agudo: un río de sangre se encontraba en la sala, recorriendo la mayor parte del suelo. Encontré incluso dos cadáveres; sus padres habían sido asesinados. El problema es que no se sabe con claridad quién pudo haber sido el o los culpables. Logré huir con el niño que cargaba en mis manos para llegar directamente con las autoridades para que vean qué pueden hacer con el infante. Pero antes, le di de comer para evitar que llorara durante el camino y pensaran que me lo robé. No pienso volver a la correccional. Es una terrible tortura para los que sí somos inocentes.
Salí corriendo lo más rápido como mis piernas me lo permitieron. A pesar del alimento, el infante lloriqueaba y gemía con mayor insistencia. Lo bueno es que las personas no escucharon. Llegando con las autoridades, conté la situación. Los hombres optaron por llevarlo al sistema de adopciones. Salí del lugar para observar la noche obscura: las estrellas iluminaban bien el monte Ararat. Era divino y hermoso que Dios creó. Noé aterrizó ahí tras el diluvio. Pero jamás pensamos que lo terrible sucedería.
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Despertad a las almas
Mystery / ThrillerEl genocidio armenio es una de las tragedias más olvidadas que transcurrió durante la Primera Guerra Mundial. La mayoría de los deportados desaparecieron y fueron masacrados. Hasta el día de hoy, aquel país todavía no perdona a Turquía por las desgr...