Your name is tattoed on my Heart (Larry Stylinson)

6. "Torres más altas han caído"

Louis y Sam habían estado envueltos el uno en el otro desde que se acostaron juntos, quedando a cada segundo que tenían libre, no pudiendo separar sus bocas el uno del otro desde que se habían tocado por primera vez. Sam se había escapado en medio de aquella noche donde pusieron por fin sus sentimientos sobre la balanza, dejándole una nota en la almohada. En la nota se había disculpado por no compartir con él el desayuno, pero al día siguiente tenía que levantarse temprano para algo de la universidad. Louis había mirado la nota con cariño y la había guardado en un cajón de su mesilla.

Louis estaba feliz, estaba muy muy feliz, se sentía realmente enamorado de Sam. Y era pronto, ¡claro que era pronto! pero acaso, ¿quién decide cuándo enamorarse? Es el corazón el que decide eso, y aparentemente el suyo ya había tomado la decisión por ambos. Hacía ya algo más de un mes que se conocían, que se conocían realmente y no podía dejar de sentir mariposas en su estómago inundándole cada vez que lo veía. Era precioso, con esos bonitos ojos verdes que le miraban tan intenso, esa boca con esos labios carnosos que le besaban, ese pelo rizado siempre despeinado, y esas gigantes manos que le abrazaban y le llenaban de placer... Estaba ido por él, y, sin embargo, todavía no tenía el coraje de presentárselo a sus amigos. Y no porque no quisiese, más bien todo lo contrario, se moría de ganas de hacerlo pero...Sam era reservado, incluso con respecto a sus compañeros de piso, y sobretodo con su hermano, hablaba de ellos pero jamás hacía mención de presentárselos a Louis. Cuando quedaban, siempre tenían una de las casas vacía, evitando así el contacto con alguien más, siendo ellos dos solos... Por una parte era romántico e íntimo, pero por otra parte le resultaba frustrante no poder hacer planes con sus amigos e incluir a su pareja. Para Louis era importante que Liam, Lottie, Stan o Zayn le diesen el visto bueno a Sam... Eran su familia.

Así que estaba decidido... Esa noche se lo comentaría... En un par de días más habría una fiesta en la fraternidad de Zayn, y quería que fuera con él. Sam le había invitado a cenar aprovechando que la casa se había quedado libre y esa era su oportunidad.

--Dios, ¿quién te ha enseñado a cocinar así? Joder--Louis tomó su última cucharada de la sopa de espárragos y dejó el cubierto sobre la mesa--Es como un orgasmo en el paladar.

El rizado sonrió y se levantó del sofá, estirándose para besar los labios del ojiazul para segundos después retirar los platos de la mesilla. Al segundo volvió con una botella de vino blanco que abrió y sirvió en dos copas, tendiéndole una a su acompañante mientras se sentaba junto a él de nuevo.

--Me alegra que te guste, es una receta familiar--le sirvió vino y Louis dio un pequeño sorbo. La verdad es que no estaba acostumbrado a tomar vino con las comidas, pero desde que sus quedadas para cenar se habían vuelto más frecuentes, se había dado cuenta que Sam tenía una pequeña obsesión con el vino, sobretodo con el blanco y el rosado, y le gustaba--Mi yaya me lo enseñó cuando era pequeño, me pasaba el día con ella en la cocina.

--¿Y a tu hermano también le gustaba cocinar?--Sam le miró sorprendido pero se encogió de hombros.

--No, él siempre ha sido más de fútbol o rugby, pero a mí me gustaban las cosas más... culturales, por decirlo de alguna manera.

Louis asintió comprendiendo.

--Tu madre tiene que estar sorprendida de que sus dos hijos hagan filología hispánica.

El rizado estaba bebiendo de su copa y casi se atraganta, empezando a toser, intentando poder respirar de nuevo con normalidad.

--¿¿¿Cómo dices??? Yo, yo-

--Lottie me dijo que Harry hacía filología hispánica, que por eso estaba en el periódico, que le encanta escribir--Sam se estaba empezando a marear al sentirse tan atrapado, pero intentó recuperar la compostura y que pareciese que todo iba bien-- Me contó que incluso está escribiendo su propio libro, aunque según él es solo un borrador.