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TaeHyung.

Jamás pensé que iba a apreciar un cigarro como lo hacía ahora, que lo iba a ansiar de esta manera, pero al parecer me equivocaba.

Y no para mí, de ninguna forma, sino para HoSeok. Justamente cuando más estresado se encontraba el pelinegro, nos colocaban a un profesor cerca del lugar donde siempre nos íbamos a que se fumara un cigarro.

ㅡ¿No tiene algo más importante que hacer? Joder, que se vaya a corregir exámenes o algo ㅡse quejaba mi amigo con frustración. En realidad era comprensible la posición del profesor, pero dadas las ganas que tenía de nicotina, no podía pensar de manera objetiva. ㅡ¡Necesito fumarme un maldito cigarro, ahora!

ㅡ¡No grites bobo! ㅡle tapé la boca corriendo, justo al mismo tiempo que el profesor se giró hacia nosotros, mirándonos con extrañeza. Le sonreí inocentemente y saludé agitando mi mano, como si no ocurriera nada extraño. No sé si funcionó, pero tras saludarnos con un ligero movimiento de cabeza, volvió a apartar la vista. ㅡ¿No puedes esperarte a la salida?

ㅡNo ㅡle miré levantando una ceja y él suspiró, apoyándose sobre el impecable muro de la escuela. ㅡBueno, supongo que sí, pero no quiero.

ㅡSiempre podemos saltar la valla del colegio, igual que hacen JiMin y sus amigos.

ㅡAntes lo fumo en medio de clase y le pido fuego a profesor ㅡcasi escupió las palabras por la forma en la que lo dijo.

Supuse y esperé que fuera ironía, aunque en el fondo no dudaba que fuera a atreverse. Últimamente HoSeok parecía guardar mucho más rencor a ese grupo que de lo normal. Imaginaba que tenía que ver con aquello que había pasado en la fiesta y no quería ni mencionar, pero tal y como prometí, no iba a preguntar.

ㅡ¿Tienes un chicle? ㅡrebusqué en mis bolsillos y negué al no encontrar más que pequeños trozos de goma de borrar. Él suspiró y dio una patada a la primera piedra que se le cruzó por el camino. ㅡGenial.

ㅡPodemos ir a comprar a la cafetería.

ㅡ¿Sabes qué? ㅡse puso la chaqueta y me agarró de la muñeca, comenzando a tirar de mí en quien sabe qué dirección. ㅡSe me ha ocurrido algo mejor.

ㅡ¿Mejor que la cafetería?

ㅡVamos a saltarnos las clases.

Le miré sonriendo, aún sin asimilar lo que había dicho. De hecho, hasta que no vi el total convencimiento de su mirada, no creí que lo diría en serio. Es decir, éramos estudiantes, debíamos estar en clase, no saltárnosla. Comencé a mirar a mí alrededor, agobiado por lo que mi amigo pretendía hacer, y lo peor, arrastrarme con él.

ㅡ¡No, ni hablar!

ㅡ¿Por qué no? ㅡpreguntó sujetando la puerta de entrada al colegio. Inconscientemente entré. De hecho, aún a pesar de mi negativa, aún seguía tras su espalda a cada paso que daba. ㅡSolo tenemos que coger las mochilas e irnos.

ㅡ¿A dónde?

ㅡA cualquier sitio fuera de aquí.

ㅡ¿Y las clases?

ㅡNos las saltamos, ya te lo he dicho ㅡél no me prestaba mucha atención, tan solo caminaba decidido por los desolados pasillos. Estaba todo tan silencioso que cualquier persona podría escuchar nuestra conversación desde la otra punta del colegio. ㅡVe por tu mochila y nos vemos en la salida.

ㅡ¿Hablas en serio? ㅡse detuvo en seco y asintió como si mi pregunta fuera la más estúpida del mundo. Y no lo era, definitivamente no lo era, al igual que el miedo que me invadía.  ㅡ¿Y si nos ve alguien?

Mírate «MinV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora