Enfermo

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—Cáncer—

Y con esa palabra, saliendo de la boca del médico, supo que su vida se vino abajo...

Tenía solo 25 años, un novio, y ganas de casarse y trabajar, hacer una familia y vivir.

Tenía muchas ganas de vivir.

Pero como lo hacías, si cuando escuchas la palabra "cáncer" tu vida instantáneamente se viene abajo, es como un balde de agua fría. Sí cuando escuchabas esa palabra el miedo recorre tus venas, que ya no puedes pensar más haya.

Las esperanzas aún no estaban perdidas, sabía el miedo que aún recorrían sus venas pero aún no terminaban...

Había esperanzas.

—Lo lamento, el tumor ha carcomido todo el tejido blando, es una pena, pero son a lo máximo unos días de vida— el médico respondió...

Era estúpido, era completamente estúpido el hecho que recientemente se da cuenta que sufre de cáncer y el médico le decía que tenía a lo mucho días de vida.

—Es normal el hecho que no te hayas enterado, este tipo de cáncer se llama Moynihan, un cáncer silencioso, no tapa arterias, y no produce otros síntomas, aparte de el de un cáncer más común, que fácilmente pueden confundirse con un cansancio monótono o estrés— por un momento creyó que todos los síntomas que sentía eran eso, estrés, nunca imaginó que un día alguien le decía que todo aquello era cáncer.

—Lo siento, estaré aquí para cualquier cosa, yo mismo estaré ahí para cuando todo acabe—intento alentarlo, no tenía parientes cercanos y al único que tenía era a su novio, que seguro se rompería.

—No se preocupe, estará mi novio conmigo todos estos días— él respondió, estaba pensando seriamente sacar su novio de casa para cuando todo haya terminada con su muerte pero no podía hacerle eso a la persona que por 5 años lo amo sin condiciones.

—Tienes que decírselo— le recomendó el doctor que estaba del otro lado del escritorio de la consulta.

—No quiero romper su corazón— y el médico sabía que eso era verdad, pero dolería más no haberle confiado algo como eso, era un peso muy grande para una sola persona.

Se acercó a él para abrazarlo, ese médico era el único amigo que tenía en ese momento, era muchos años de amistad, a ambos les dolía todo.

—Tienes que decírselo— repitió.

— ¿Cómo decirle a la persona que amas que tienes un cáncer terminal y que morirás en días?— pregunto el enfermo, no sabía la reacción de su pareja pero sabía la reacción que tendría después. — ¿Cómo decirle a la persona que prometiste jamás dejar sola, que te iras sin remedio? —no podría, no podría simplemente —Tienes que cuidarlo, lo conozco y cuando se lo diga se derrumbara, y cuando pase, cuando muera, también quedará morir— le rogó. No quería que él se quede solo, no quería que su vida acabe junto a la de él.

—Estaré al pendiente— fue lo único que dijo.

—No, no es suficiente, necesito que tú lo enamores, hazlo, por mí, tienes que cuidarlo, tienes que reparar su corazón, el mío ya no tiene reparo— Lo tenía abrazado como si eso lo detendría de caer en la muerte, como si eso lo salvaría de todo.

No sé sentía protegido como con su novio, pero si se sentía a gusto.

—No puedo hacerte eso, es tu novio—

—Dentro de poco no lo será— se separó de él aún con los brazos en los hombros, la situación eran solo ellos dos, uno al borde de la muerte, otro al borde del colapso, ambos al borde de las lágrimas —Solo prométeme que no lo dejaras caer—

—Te lo prometo— le juro, estrechándolo de nuevo, él volvería a casa, quizás la última vez que lo vea de pie, ya que estaba seguro que la última sería dentro de un ataúd.

—No quiero morir Mangel— asentía que su bata de médico se mojaba por las lágrimas del otro.

Ese abrazo, no era solo eso no era un consuelo, no era una promesa vacía, no era un "estará todo bien", no lo era, ambos lo sabían.

Era una despedida.

—Lo se Samuel, lo sé—

Continuará....

Fernny.

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