Helados y muchas risas.

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Capítulo 7.

Abrí los ojos de golpe. Y mentalmente maldecí a la persona que había puesto el despertador a la hora incorrecta. Porque eran las 7:45. Y yo tenía que estar en la escuela a las 8:00.

Joder.

Maldito sea el desgraciado mocoso insolente que hizo que me levantara tarde.

Cogí unos vaqueros y los resbalé por mis piernas, al mismo tiempo que luchaba por poner la camiseta y atar mi coleta.

7:50.

Agarré la mochila y mi móvil antes de comenzar a correr hacia las escaleras. Pero mi hermano se adelantó y me cargó para depositarme en su hombro como saco de papas.

-¿Qué tal la mañana hermanis?.-Preguntó rellenando mi boca con tostadas.-Sé lo que piensas. Fue el abuelo. Ese viejo nos la va a pagar.-Y con eso me tiró en el asiento del copiloto.

Mi cuerpo rebotó y apenas sentí las tostadas llenas de chocolate llegar a mi garganta cuando ya se lo había escupido todo a Jeremy. Él hizo una mueca de asco y se encogió para arrancar el coche y alejarnos de la casa.

-Perdón.-Dije con la vista fija en la autopista.

-Da igual, tengo una camiseta en mi mochila.-Respondió indiferente.

-Ayer vi la luz de tu habitación encendida toda la noche.-

Ayer por la noche, estuve tan casada que sólo me sobró energías para ponerme el pijama. Así que olvidé apagar el interruptor de luz. No lo hice a propósito, bueno, sí. Pero tenía mucho sueño, y no quería pegarme unas ojeras por la mañana.

-Uh. Estuve hablando con un chico nuevo.-Mentí. Enseguida noté el ceño fruncido de mi acompañante y cómo este apretaba los puños en el volante.

-¡¿Qué tú qué?!.-Gritó tan fuerte e inesperadamente que no tuve tiempo a poner ambas manos en mis orejas.-Está dicho, hoy duermes conmigo.-Concluyó.

-Era sólo un chiste...-Lo miré.-Sabes que cumpliremos 18 pronto y tengo todo el derecho a salir con chicos.-

-Losé pero no quiero que ocurra lo de Andrew, Anny.-Aparcó el coche en un puesto alejado de la escuela y acarició mi mejilla con toques pequeños.

-No pasará.-Y con eso salí dando un portazo.

Imaginé ver la cara de arrepentimiento de mi hermano por haber dicho lo que había dicho. Él sabía que no tenía que haberlo mencionado.

-¿Estás bien?.-Alzé la mirada y contemplé a mi mejor amiga que tenía una cara de preocupación estampada en la cara.

-Sí.-Respondí.

-Eh ¿Has visto a Daniel?.-Negué casi al segundo.

Ella suspiró.

-Está extraño. No para de faltar a clases y cuando vuelve no quiere hablar de eso.-Arreglé un mechón de cabello tras la oreja rogando mentalmente que no hable mucho.

-Quizá un proyecto.-

-Sí..-La interrumpí.

-Andrew no se debió ir.-Dije de la nada. Y me arrepentí por haberlo dicho. Se suponía que ese tema ya lo tenía superado. Y lo único que mostraba era desesperación ante ello.

Puto Jeremy.

-Anny...-Comenzó.-Pensé que lo tenías superado.-Bajé la cabeza y seguí escuchando a Stephania.-Por estudios, te lo recuerdo.

-Está bien.-

Andrew Winters Solveig. Hasta pronunciar su nombre causaba cierta timidez en mi interior. Fue mi primer todo, sin contar que fue mi primer novio.

No te enamores de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora