Capítulo 19

32.6K 2.6K 739
                                    

¿Listas para ver una nueva faceta de Amoos?

•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••

•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amoos

Tengo alrededor de cuatrocientos años y no se me paso por la cabeza ni pedirle su número de teléfono ni especificar la hora de nuestro encuentro. Y por si fuera poco me he dado cuenta de estos pequeños e insignificantes detalles (según la opinión de mi hermana Anabel) nada más despertarme esta mañana. Mi pregunta es la siguiente: ¿de que diablos me sirve vivir todos esos años si luego no soy capaz de pedir una cita como dios manda?

Mientras mentalmente me imaginaba que me daba cabezazos sobre la mesa de negocios, mi secretario y socios me miraban fijamente. Casi parecía que estaban esperando a que dijese algo

-Señor Moore ¿se encuentra bien?- me pregunto mi beta fingiendo preocupación. Estaba seguro que por dentro se partía de risa. Jamás me había quedado empanado mientras hacía negocios... ¿Qué digo? Jamás me había quedado empanado.

-Si, si, perdónenme Mmm ¿Decían?

-Bueno como ya he mencionado antes -dijo con sorna uno de mis abogados- Consideramos que no es oportuno diversificarnos en estos momentos. Es algo muy arriesgado y no veo la necesidad de hacerlo. Actualmente tenemos ingresos y beneficios estables. Estamos en nuestro mejor momento.

-Precisamente por eso considero que sería conveniente que invirtiéramos los beneficios en una nueva idea.-contraatacó acalorado por la discusión el segundo abogado de la sala.- Es una oportunidad brillante y única. Considero, señor Amoos que es el momento idóneo para expandirse.

-Pero ¿Dónde queréis invertir los beneficios?-pregunté con curiosidad y francamente entretenido por la discusión de mis dos abogados. Recuerdo el día en que los contrate. Los mejores de su promoción. Uno de Oxford y el otro de Columbia. No recuerdo cuándo fue la última vez que ambos estuviesen de acuerdo en algo. ¡Ni tan siquiera recuerdo si hubo una primera vez! Era como si fuesen enemigos naturales. A veces me los imaginaba, uno vestido de ángel sobre mi hombro derecho, y el otro vestido de demonio en el hombro contrario. Nunca había acertado tanto como lo hice aquel día que los contrate. Era sin duda ventajoso para mi persona escuchar siempre dos opciones a una misma cuestión.

-En el ámbito de la cultura señor.-me respondió, sonriendo y rojo por la discusión, mi ángel de Oxford, Claudio.

-¿En la cultura? ¡Eso es buscarse la ruina señor! ¡Si hoy en día nadie va al teatro o a las bibliotecas! Todo está digitalizado. No interesa a nadie.-le refutó Andrés dando un golpe en la mesa.

-Eso no es todo cierto Andrés- le respondí pensando en Débora sentada en mi butaca roja leyendo un libro- Me gusta la idea Claudio. Por favor buscar, para nuestra próxima reunión, empresas locales o nacionales del ámbito de la cultura en las que me pueda ser inversor.

La Perdición del Lobo [1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora