Me cuesta mucho escribir
igual que me cuesta ver el atardecer sin llorar.
Vivo por ello y me va destruyendo,
y cuando el sol cae en el firmamento,
también cae el telón
y todo queda en silencio.

II.
Me cuesta mucho escribir
igual que me cuesta ver el atardecer sin llorar.
Vivo por ello y me va destruyendo,
y cuando el sol cae en el firmamento,
también cae el telón
y todo queda en silencio.