Hubo unos momentos de silencio. Las palabras le chocaron a Raquel como un barco. Alicia, aún en silencio y en la oscuridad, se dio cuenta.
- Veo que tiene el mismo efecto todavía... el llamarte así, digo. - la provocó la pelirroja
- Pero si siempre le decías así a todos. ¿Que dices? - dijo, tratando de disimular sus pulsaciones aumentando.
- Si, bueno, para "todos" era solo un apodo. - insistió Alicia.
Silencio de nuevo. Memorias del pasado se paseaban por la mente de Raquel. Aunque le dijese mí amor a todos, incluso ellos se daban cuenta que cuando se lo decía a Raquel era diferente. Lo decía menos, y cuando lo decía lo sentía. No era un simple apodo. Siempre le dieron ganas de decir lo mismo, pero según su novio de la adolescencia: "Nadie te quiere. Nadie más que yo te soporta suficiente tiempo." También recordó que, si no fuera por Alicia, seguiría con ese infeliz.
Kelly se rió, mientras se sentaba contra la puerta.
- ¿Qué?
- Te acuerdas... ¿cuando le rompiste la cara al pringado de Alberto?
- Joder... todavía tengo la cicatriz eh.
- Pero si me dijiste que no te había dejado cicatriz.
- Si te hubiera dicho la verdad, te me habrías quedado de enfermera en mí casa de por vida. Te... conozco. Conocía. Lo que sea. - respondió la mujer, algo desalentada.
- Conoces. - aclaró ella. No he cambiado en absoluto. Y si, tienes razón, lo hubiera hecho. Después de todo, era mi culpa.
- Pasaron como 7 años y todavía te culpas tía, de verdad que no has cambiado ni un poquito. - ambas ríen.
De lo que hablaban las dos era aquella vez que el novio de Raquel apareció en el patio de su colegio. Quería asegurarse de que no "anduviese con esa chavala", que "quería alejarla de él". A ver, el chico tenía razón: Alicia quería alejarla, pero por su bien. Lo único que hacía esta relación era pudrirla a su novia por dentro, y ella era demasiado buena para "romperle el corazón".
Flashback
A pesar de todas las "advertencias" que el hijo de puta le hizo, Kelly no podía simplemente alejarse de su mejor amiga. No podía, y no quería. Así las encontró: riéndose en las escaleras del patio.
Mientras avanzaba furioso, a pasos agigantados, Raquel lo observó de lejos y sabía lo que estaba por pasar.
- Alicia. Vete.
- ... qué? ¿Qué dices tía?
- Que te vayas. Ahora. - Alicia notó que su mirada estaba fija en algo. Cuando miró en esa dirección, entendió todo.
- Tus cojones que te dejo con sola con este.
- Tía, por favor te lo pido. Vete. - la muchacha estaba temblando, a punto de quiebre. Preocupadísima, y no específicamente por ella. La pelirroja no pudo evitarlo: era la última vez que la quería ver así por este mandril. Así que se fue... En su dirección.
- Alicia, ¿qué haces? Al... ¡Alicia! - su amiga la siguió, quedándose algunos pasos atrás.
- Eh, que te has equivocado de cole tío. Tira pa tu casa, anda. No tienes nada que hacer aquí. - le gritó mientras se acercaba.
- ¿Y a ti quien te ha llamado? Esto es entre MI novia, y yo. - le respondió este, ya frente a frente.
- A ella no le tocas un pelo. Vete pa tu barrio, y no me hagas repetirlo.
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5 minutos más (de ti)
RomanceHacía ya 5 años que Raquel había dejado su secundaria, sus amigos, toda su vida en España para volver a su país natal, Argentina, con su madre, y pesar de los buenos momentos vividos, nunca se había arrepentido de esa decisión... hasta ahora.