Parte 3

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Como cuando tu mente se parte en dos, la parte racional y la emocional de Alicia discutían mientras ella volvía a su asiento.

- Debe ser un amigo, tranquila.

-  Un amigo mis cojones. Martín se olvidó de mencionar el pequeño detalle de que tiene novio.

- ¿Para qué te hubiera convencido de que la busques si ya tenía pareja?

- No se, debe ser un plan macabro. Me debe odiar de verdad.

- Aja, si, sobretodo sabiendo que ibas a venir a esta fiesta ¿verdad? Ah... es cierto: no había manera de que lo supieran.

- Bueno, pero...

- Te escucho.

- ...

- Si tanta duda tienes, ¿por qué no vas y le preguntas?

- Callate.

Ya sentada, su amigo notó en su cara una creciente confusión

-Ey, ¿estas bien? - dijo, mientras le tomaba la mano.

Como si una fuerza mayor quisiera hacerles vivir una tragedia griega para su propio entretenimiento, Raquel volteó en el momento exacto para observar el gesto de cariño. Lentamente, pensaba cada vez más que su amada ya se había olvidado de ella y conseguido a alguien que la hiciera feliz. Pero no se iba a rendir, no hasta confirmar sus sospechas.

- Eh, Andrés... Andrés. - dijo la española tratando de interrumpir la cantidad de estupideces que salían de su boca.

- No interrumpas el arte joder... - su amiga lo miró a los ojos totalmente seria. - Vale, vale. ¿qué pasa?

- Ayudame a buscar a Martín. Necesito saber si ese de ahí es su novio o no. - dijo, mientras señalaba al sujeto en cuestión.

- ¿No es más fácil si voy y le pregunto yo mismo?

- No, te digo que me ayudes a buscarlo, anda. Tu revisa el cuarto de al lado y yo el salón.

- Vale. Entonces... comienza la operación: nido de amor. - dijo Andrés, mientras se dirigía hacia su destino haciendo poses a lo James Bond.

Después de ver a su amigo esfumarse, Raquel se dirigió al salón principal. Lo que no sabía es que apenas cruzó esa puerta, Andrés volvió en sus pasos y se dirigió sigilosamente al patio.

Ya en el salón, Silene le llama la atención a su amiga:

- Boluda, no volviste con el grupo después del baño. 

- Uff... si te contase todo lo que pasó en estos 15 minutos. Estoy bien, antes de que te preocupes, que te conozco.

- Bueno, mejor... ¿y ahora en que estas?

- Buscando a Martín, ¿lo has visto?

- Creo haberlo visto en la sala de ensayo, la que está al lado de la cocina. ¿Para que lo necesitas? 

- Larga historia, apenas hable con él te cuento todo. - Media confundida, pensando en por qué Andrés todavía no le había avisado, Raquel respondió mientras se dirigía a la sala por la puerta que conectaba al salón (también se preguntaba por qué dos puertas conectaban a una misma habitación, pero eso no era importante)

Al cabo de unos minutos, finalmente se encontró con su mejor amigo entre toda la gente.

- Ay, Raquel la puta madre, por fin te encuentro. - dijo este, tomándole ambas manos emocionado. - No sabés lo que pasó...

5 minutos más (de ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora