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"Wʜᴇʀᴇ ᴀʀᴇ ʏᴏᴜ ɴᴏᴡ

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"Wʜᴇʀᴇ ᴀʀᴇ ʏᴏᴜ ɴᴏᴡ. Is ᴛʜɪs ʀᴇᴀʟʟʏ ᴡʜᴀᴛ ʏᴏᴜ ᴡᴀɴᴛᴇᴅ?"


 Ya eran eso de las cuatro de la tarde y la hora para ir a juntarse con tía Cass y sus amigos para ir al cementerio estaba llegando. Hiro se despidió de Kyle y de todas las personas que había conocido ese día, al igual que de algunos pacientes que había atendido en su estadía en la sala de emergencias. Al pasar por la recepción, se despidió de la recepcionista que le había recibido esa mañana, justo cuando se iba, su salida fue retrasada al notar que a Baymax de nuevo le faltaba batería.

 Mientras le recargaba, miraba hacia todos lados en el estacionamiento. Se había dado unas cuantas vueltas por los lugares que conocía del hospital y Miguel no estaba por ninguna parte.

 Fue una lástima no poderle decir adiós, pero estaba muy seguro de que le vería de nuevo muy pronto si tenía los huevos para llamarlo. Pero ya se estaba haciendo tarde, por mucho que quisiera esperarlo, debía irse rápido.

 No quiso desactivar a Baymax porque se demoraría en desinflarse y luego en empacar todo, así que lo empujó dentro del auto con fuerza y se metió en el asiento delantero para ponerse a manejar. Con suerte llegaría en unos minutos si era suertudo y no había mucho tráfico. Si lo había, ya tenía un plan para desviarse y así llegar más temprano.

 En cinco minutos encontró a su tía. Estacionó el auto cerca del cementerio donde tantas veces se encontró con toda su familia y apresuró a Baymax para llegar a la entrada del lugar.

 —¡Hiro! ¡Por fin llegas! —exclamó Honey Lemon, saludándole con la mano en alto mientras en su otra mano sostenía un ramo de flores amarillas. Parecían girasoles, pero Hiro no era experto en flores.

 —¿Dónde estuviste, enano? —preguntó Gogo con su tono severo de siempre.

 Hiro dudó en responderle. Le molestaba un poco que siempre estuvieran encima de él, como si aún fuera el niño de hace tiempo. O quizás no era la pregunta, sino la forma de preguntar de Gogo lo que siempre le molestaba. Si su tía le preguntaba de forma más casual, no dudaba en contestar, pero así, como si estuvieran monitoreando sus putos pasos, así no. Se quedó callado y dejó que Baymax fuera el chivato.

 —Hiro y yo estuvimos trabajando en el hospital como voluntarios.

 —¿Qué cosa? —preguntaron Wasabi, Honey Lemon y Gogo al mismo tiempo mientras tenían a Fred al lado, riéndose.

 —¿Hiro? ¿Voluntario? —comentó Fred—, ¿No habías dicho que te daba pereza eso?

 —No lo hice exactamente por mí. También fue para que Baymax aprendiera.

 —Ser voluntario en el hospital me hace mejor asistente médico personal —afirmó Baymax, levantando su dedo como siempre lo hacía.

 Cass era la única que no lo miraba como enjuiciándolo. De hecho, su sonrisa iba de oreja a oreja, no daba más de felicidad. Su sobrino le sorprendía cada vez más y saber que sus planes habían cambiado ese día por un bien mucho mayor que la pena que le inundaba el recuerdo de su difunto hermano, la llenaba de un orgullo tan grande que no caía dentro de sí de lo feliz que estaba por su pequeño Hiro.

CAIM; Marigold [HiroxMiguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora