Día 1: AU Fantasía

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Kirishima siente las escamas de su cuello levantarse cuando escucha el relinchar del caballo acercándose hasta el improvisado campamento.

Es una respuesta involuntaria que no puede controlar desde que se enteró que el joven de cabello bicolor es en realidad un príncipe.

Tratando de no ser muy obvio le dice a Uraraka que irá al bosque a ver si encuentra las flores que necesita para el último hechizo. Ni siquiera se molesta en escuchar los agradecimientos de la castaña y aunque apresura el paso, al momento de salir de la tienda no puede evitar toparse con él.

El príncipe intenta acercarse a saludarlo pero el pelirrojo no le da tiempo y corre directo a internarse en el bosque.

Lleva unos días sintiéndolo distante con él, con menos luz de la que recuerda haberle visto cuando lo conoció, e intrigado por su extraño comportamiento no le queda más remedio que buscar respuestas dentro de la carpa.

—¿Bakugou, por qué tu dragón me odia?

Los otros tres jóvenes que acompañaban al domador de dragones están a punto de responderle que son ideas suyas, que no hay razón para que lo odie, pero son interrumpidos por el rubio.

—La culpa es de la cara redonda.

La castaña se prepara para protestar, pero el bárbaro no tiene ganas de seguir aguantando el estrés que le provoca ese trío.

—¿Entonces, quién mierda le anda contando historias de princesas y dragones? Es obvio que cree que el bastardo a va matarlo a la primera oportunidad.

—Mmmm... Tiene razón, es un miedo comprensible según los cuentos de Uraraka-san.

—¡Iida-kun! No digas eso, suena como si lo hubiera dicho a propósito.

Mientras los chicos comienzan a discutir, Todoroki sabe que ha llegado el momento de aclarar las cosas.

Para cuando Midoriya voltea a explicarle el malentendido, el príncipe ya se ha marchado.



Kirishima en realidad no tiene nada en contra de los humanos, aún cuando en sus primeros años hubiera tenido que escapar constantemente de maleantes que querían arrancarle la piel y los colmillos para venderlos en el mercado negro.

Con la llegada de Bakugou había entendido que había gente en la que podía confiar a pesar de lo temible que pareciera. Él lo había cobijado y le había permitido seguir a su lado.

Cuando Midoriya y sus amigos se les habían unido estuvo receloso. Pero el peliverde le había enseñado sus increíbles dibujos e incluso había hecho unos de él que guardaba con cariño. Disfrutaba escucharlo hablar sobre todo lo que sabía de su especie y lo ponía feliz verlo anotando en su libreta cuando él le contaba de su vida.

Por su parte Iida había aceptado explicarle el varonil arte de la caballería y tenía extremada paciencia para enseñarle hasta detalles que cualquier humano consideraría básico.

Y como dejar de lado a Uraraka, que había sido dulce con él desde el primer momento, siempre lo recibía con una sonrisa y se daba tiempo para contarle historias increíbles en las que algunas veces hablaban de seres como él.

Y ahí es donde su miedo por Todoroki comenzó a crecer.

Cuando lo vió llegar la primera vez, con su corcel blanco y su elegante traje, había quedado maravillado.

Nunca había imaginado que un humano pudiera ser tan hermoso. Había tenido el impulso de acercarse y tocarlo para comprobar si era real.

Pero entonces se había presentado como un príncipe de un reino muy reconocido. Iida incluso le había contado que las tradiciones en su familia eran su herencia más valiosa. Todos los nobles eran grandes guerreros y cazadores.

Escarlata - KIRITODO WEEK 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora