Día 36

4 2 0
                                    

Me estoy cansando de mi mismo, así lo digo. Normalmente considero que lo mejor del mundo para mi es quedarme a solas con mis pensamientos, pero han pasado 36 días que cada vez duran menos, a veces pierdo completamente la noción del tiempo y cuando me doy cuenta son las 4 de la tarde. Si soy sincero, amo esto, es la vida que soñé, aún así dentro de mi crece cierto sentimiento de incomodidad, como si no debiera disfrutar este silencioso encierro

La falta de sueño empieza a hacerme un verdadero destrozo en la mente. Por las noches me siento cansado y necesitado de descanso, pero después de luchar por un par de horas para dormir, siempre me encuentro despierto nuevamente a las 2 de la mañana, no por tener que ir al baño, no por hambre, solo por mirar el techo. Es más o menos hasta las 5 de la mañana que puedo descansar nuevamente, quizá sea por eso que duermo hasta las 10 y a falta de hambre, me salto el desayuno. Esto me matará poco a poco, lo sé, pero qué puedo hacer yo?

Anoche quise apovechar la madrugada para ponerme al día con ciertas amistades, a algunas incluso quise llamarlas, pero una fuerza desconocida me lo impidió. Ciertas luces se extinguen en la distancia en la silenciosa noche, en parte me estoy cansando de buscar cosas que no quieren que las encuentre. Hablando de palabras que se pierden en el eco...

Un pequeño diario en tiempos de coronavirus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora