Lynn II

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No había marcha atrás. Aiden acababa de dar de beber de su sangre a Clara, después a Dani. 

—¿No puedo haceros cambiar de opinión? —pregunté con último suspiro de esperanza. 

Los dos me miraron. No. Claro que no. ¿Era extraño que me pareciera una cosa muy vampírica lo de beber la sangre de alguien? En fin, ahora no importaba. 

Ahora Aiden era un lobo. Les iba a morder y la transformación se completaría. Aiden me miró antes de hacerlo. Pero lo hizo. 

Sus cuerpos empezaron a retorcerse. Se escuchaba como se les rompían los huesos. Y además sus gritos no ayudaban.

Tuve que apartar la mirada. Aiden estaba a mi lado, me rodeó cariñosamente la cintura con la mano. Me depositó un beso en la mejilla. Se me resbaló una lágrima. 

No duró mucho. Y ahora tenía dos perritos lobitos, uno de color más claro, castaño, ese era Dani, el otro algo más oscuro, era Clara. 

—Preparaos —dijo Aiden. Se apartó de mí y se puso delante de los lobos, los cuales gruñeron primero entre ellos luego a Aiden. 

Sin embargo éste encendió sus bombillas y los dos agacharon sus cabezas. 

—¿Qué pasa? —le pregunté. 

—Estoy obligándoles a volver a su forma humana —dijo Aiden. 

—Hay que adiestrar a los cachorros —dijo Lucas con una sonrisa. Le miré con cara de asesina. 

Pero los dos obedecieron. Era extraño, me sentía más... ¿llena? Les sentía parte de mí ahora, igual que sentía a todos los demás de mi manada. 

Clara fue la primera. Se quedó desnuda, agachada en el suelo. Se levantó desconcertada. Dani parecía que estaba teniendo más problemas, Aiden le gruñó más fuerte. Debía de estar pasándolo mal, yo misma había sentido esa presión sobre mí solo unos segundos atrás. Clara vino hasta mí y me abrazó. Me sonrió. Para cuando nos volvimos allí estaba tendido también Dani. Respiraba agitádamente y miraba al suelo. 

—¿Estás bien? —pregunté. 

No contestó.

—Lo estará —dijo Aiden, quien se apartó de él y le dejó algo de espacio. 

Clara se había vestido. La sentí acercarse por detrás. 

Me incliné sobre Dani. Le puse la mano en el hombre y él me miro, después miró por encima de mi hombro. Wow. ¿En serio? Sus ojos brillaron un intenso dorado que me era tan familiar, pues eran los ojos de Aiden cada vez que me miraba de aquella forma suya. 

Dani tenía los ojos puestos en... Clara. Dani acaba de imprimarse... de Clara. (comentario: imprimarse = mate, que sé que algunos se pierden) 

—¿Really, man? —bufó Lucas—, ¿En serio es tan fácil? ¿Por qué no puede pasarme eso a mí? 

Lucas se lamentaba, pero de mientras Dani estaba de pie, desnudo, pero mirando fijamente a Clara, como si nada más importara. Sus ojos volvieron a la normalidad poco a poco. 

—Bueno a mí me parecen que están calmados —dijo Lucy—, les podríamos dejar unos momentos. 

Fui la primera en darme la vuelta y dirigirme hacia las escaleras. No estaba muy segura de cómo me sentía respecto a lo acaba de pasar. Mierda. Tenía que controlar mis pensamientos porque Aiden puede estar escuchando. 

—Siempre estoy escuchando —dijo él cogiéndome por detrás y tirándome a la cama, dándome un susto de muerte. Escaló por mi cuerpo hasta ponerse encima de mí—. No quiero que me ocultes nada. 

Levanté una ceja. 

—Tú a mí, sin embargo, me puedes ocultar lo que te de la gana —protesté. 

Aiden sonrió. 

—Yo tampoco te oculto nada —dijo él. 

—Mentira. Tú ya sabías, todos sabíais que Clara y Dani querían formar parte de la manada, todos menos yo. 

Aiden se encogió de hombros. 

—Tampoco te lo estábamos ocultando, la verdad esperaba que fuera Clara la que te lo contara... 

Le miré desafiante. 

—Está bien —dijo—, prometo no volver a ocultarte nada nunca más. 

—Menos mal... —dije. 

Él me agarró más fuerte y me presionó contra su cuerpo. 

—Estás muy rebelde, ¿no? Sabes que soy tu Alpha, ¿verdad? —me preguntó juguetón. 

—Que miedo —dije. 

—Deberías tenerlo —dijo.

Sin embargo su boca buscó desesperadamente la mía. Le devolví el beso y enredé mis dedos en su pelo. Sentí su entrepierna presionándome. Gemí. Sus besos por el cuello me volvían loca. Sin más rodeos tiró de la cremallera de la chaqueta que llevaba y no tenía nada más debajo. Me incorporé solo lo justo para sacarme las mangas, sin despegar mis labios de los suyos. 

Ahora tenía una de su mano dándome placer, hasta impacientarse y deslizarse dentro de mí, que hizo que gimiera. Y siguió acelerando cada vez más el ritmo. Y durante algunos minutos se me olvidó que no vivíamos solos en esa casa. 

Aiden y yo estamos callados en la cama. Estaba tumbada encima de él, mientras que él tenía uno de sus brazos haciéndole de almohada y con el otro me estaba haciendo pequeñas caricias en la espalda. 

Estaba pensando en Dani y en Clara. Sabía que Aiden lo sabía, pero no estaba diciéndome nada. ¿Voy a volver a tener alguna vez privacidad de pensamientos? 

—Desgraciadamente no —dijo Aiden—, créeme que a mí tampoco me gusta escucharte algunos pensamientos. 

Pues fuera de mi cabeza, pensé. 

—No puedo evitarlo —dijo—, en tu cabeza es donde más me apetece estar. A veces, lo hago inconscientemente. 

Suspiré. 

—¿Por qué no estás contenta por Clara? 

Claro que lo estoy, pero ¿de verdad estaba Dani enamorado de mí? No hizo falta que lo dijera en voz alta para que Aiden me contestara. 

—Sí, pero no es lo mismo. Nosotros no controlamos la imprimación, ya lo sabes, no significa que lo que haya sentido antes no haya sido real, solo que ahora ya no importa. 

—¿Y puede pasar con cualquiera? —pregunté. 

—Sí, ente nuestra especie sí, con una humana, casi nunca —dijo él. 

Me quedo pensando un rato. Pienso en que en algún momento piden amó de verdad a Jenny... Descarto rápidamente ese pensamiento. 

—¿Y ahora qué? —pregunté. 

—Ahora acabábamos de una vez por todas con los Randers —dijo él. 

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Otro más, para que lo disfrutéis mis amores <3 

Muchos Besitoosss 

-Leli


A B R U M A D A (IMPRIMADA SEGUNDA PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora