Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]

Capítulo 35 - Las cosas no pasan sin una razón (Parte 2)

Mi nombre es Evolución. Y soy lo mismo que tú.

-Eres- ¿Eres un dios? 

Muerte no pudo evitar contemplar a la polilla boquiabierto. Tan atónito y desconcertado que terminó causándole risa al otro ser.

-Tú no eras el listo de la clase ¿verdad? 

-¿Cómo? ¿Desde cuándo? -continuó indagando el aludido perplejo, ignorando todos sus intentos por ofenderle. 

-Desde el principio obviamente, hace mucho más de medio billón de años... Aunque si te estas refiriendo a que "Cómo es posible que no supieras de mi existencia"... bueno... digamos que tal vez no soy demasiado sociable... Nunca tuve mucho interés en conocer al resto de habitantes del Fabren Bastion... De hecho cada vez que lo pienso me da una pereza brutal... y la verdad, me basta y me sobra con Vida. No necesito a nadie más. 

-Pero él nunca dijo que tú fueses...

-Bueno, tal vez es porque él tampoco lo sabe. -Explicó la polilla en tono resignado: -O tal vez debería decir que en realidad lo ha olvidado... varias veces...

En condiciones normales el uso de las palabras "olvidar" y "Vida" dentro de un mismo contexto habría agriado inmediatamente el humor de Muerte. Sin embargo el descubriendo de otro dios, uno con su misma naturaleza además, eclipsó todo lo demás:

-Vaya, podrías haberme dicho desde el principio que no eras un alma. Me siento un poco avergonzado ahora mismo la verdad.  

-¡Lo que tendría que avergonzarte es que tenga que estar siempre detrás de ti arreglando todo lo que rompes!  ¡Me tienes hasta las antenas! -protestó Evolución cargada de indignación, pasando a posarse directamente sobre su guadaña, dando el curioso efecto de estarse encarando con él:

 -¡Hoy mismo hasta mataste a una de mis primeras creaciones! 

-Espera, espera ¿Hoy? ¿Qué creación? ¡¿Tú también puedes crear seres?!

La pregunta cargada de admiración sacó a la aludida de su rabieta, haciéndola estirar las alas e hinchar su esponjoso cuerpecito para responder cargada de orgullo:

-¡No exactamente pero como si lo hiciese! Después de todo Lord Ithis me concibió para que fuese algo así como la mano derecha de Vida. En algún momento debió de darse cuenta de que su función era demasiado trabajo para un único dios, por lo que decidió crearme. ¡Así que soy indispensable!

-Pero entonces... -cuestionó Muerte confundido, puede que hasta un poco preocupado: -¿Hay algún motivo por el que se lo estés ocultando ahora? Quiero decir, para poder hacerte pasar por un alma has tenido que ocultarle tu aura durante mucho tiempo. Ni siquiera sabía que eso era posible.

Evolución guardó silencio un momento, después hizo el equivalente de charquear la boca y añadió irritada:

-Pues mira sí que hay un motivo, ¿de verdad quieres saber cuál?

Y sin esperar por una respuesta real la pequeña polilla comenzó en tono escénico:

-Al principio mi propósito en el equilibrio parecía espectacular. Y yo tenía tanto que ofrecer. Y todo sonaba tan interesante: Acompañar al primer dios. Alguien -en teoría- omnipotente e incansable, lleno de interminable imaginación e inventiva. Debía ayudarle en su labor. Experimentar sin límites. Aventurarme con todo. ¡Juntos podríamos hacer cualquier cosa! Entre los dos lograríamos crear vastos mundos llenos de magníficas criaturas. Las posibilidades eran infinitas. Estaba en éxtasis pero...

-¿Pero? -Se encontró secundando Muerte incómodo, por pura inercia.

-Pero que para cuando conocí a ese "primer" dios, ¡todas mis expectativas e ilusiones se estrellaron como un maldito meteorito! ¡Me sentí tan idiota! ¡Yo pensando que en cuando llegase todo serian risas y diversión, pero me topé con un ser acabado! Hundido en su propia miseria. Completamente inservible. Podría decir que hasta patético. Traté de presentarme y de animarle para que regresase al trabajo. ¡Motivarle con las maravillas que podríamos hacer juntos! Pero él no me escuchó. Ni siquiera era capaz de usar su don. En realidad era incapaz de hacer nada... Y ¿a qué no adivinas el motivo?