Capitulo 5

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En mitad de la noche, iba camino a mi casa junto a Virre. El silencio nos acompañaba y preguntas empezaban surgir en mi mente, "¿que haria fuera de su casa a estas horas?", bueno quizás estaba comprando algo, pero no tenia nada en manos, "¿quizas iba a algún lugar?", no creo, no se le notaba ningún afán por llegar a algún lado y si ese fuera el caso "¿porque me seguía?".

Mientras pensaba en eso, ella se detuvo y con una rara sonrisa, dijo:

-Trabajo de noche.

-No pregunte.

-Tu no pero tus ojos si, venga pregunta lo que quieras, después de todo somos amigos ¿no?

Siempre había sido de los chicos que se tragaba las palabras, para así evitar discusiones o para no alargar las conversaciones, sin embargo ella era diferente, no se si es porque no  acostumbraba a estar con personas así o tal vez de verdad había encontrado una amiga. Quizás fue por eso que reuní coraje y pregunte:

-¿En que trabajas?

-Ohhh vaya, no pensé que de verdad fueras a preguntar.-Respondió ella un poco sorprendida.

-Pero no fuiste tu quien dijo que lo hiciera.

-Solo es bromeó.-Contesto burlándose.

-Eres insoportable.

-Soy adorable.

-Si si, tu dijiste que podía, ahora responde.

-Bien bien, pero no te enojes. Trabajo en el negocio de mi padre.

-No te he visto en la escuela, y eso que es la única que hay en todo el pueblo.

-Estudio en casa, aunque no lo parezca soy bastante inteligente.

-¿Por que estudias en casa?

-Pues mi padre gana poco y ya no esta mi mamá, así que no es como si tuviera muchas opciones.

-Lo lamento.

-¿Porque te disculpas?, si no haces nada malo no tienes derecho a disculparte.

-Lo siento.

-Rayos eres un desastre, bien mi querido Daniel Roman, parece que nuestra conversación tendrá que continuar otro día, tengo trabajo que hacer.

-Esta.....bien, nos vemos.

Luego llegue a mi casa, abrí la puerta y vi a mi abuela sentada en el comedor.

-Ya llegue.

-Pero vaya que demoraste.

-Lo siento, me encontré con una amiga en el camino.

-¿Amiga?, así que hasta tu tienes amigos.

-Me ofendes.

La abuela dio un gran suspiro y luego se pinto una enorme sonrisa en su cara.

-Me alegra tanto que tengas a alguien que te soporte, tienes que cuidarla mucho.

-Esta bien, te emocionas mucho por una pequeñez como esa.

-Y bien ¿cuando me la presentas?.

-Me voy a dormir.

-Oh vamos no seas así.

Después de ese extraño día estaba agotado y me dirigí directo a la cama, lentamente me estaba quedando dormido y me percate de algo, la sonrisa de Virre era diferente a la de mi abuela, ya que a pesar de ser hermosa, emitia una sensación de soledad y melancolía, como si su interior estuviera gritando por ayuda.

Un Lugar Sin Compañía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora