Capitulo 91

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Debido a algunas cosas, ya eran más de las diez cuando Jiang Mingyuan regresó a casa.

Aun había una luz en la sala de estar, que debió de reservarse para él. Todavía había una taza de agua caliente en la mesa de café en la sala, y todavía tenía algo de temperatura.

Jiang Mingyuan se quitó el saco, se acercó para beber el agua, se dio la vuelta y fue al elevador para subir al baño del último piso y bañarse.

Cuando volvió a bajar, llevaba algunas ropas más para cambiarse después.

Con su ropa en los brazos, Jiang Mingyuan fue primero a la habitación contigua y miró a la estrella. El niño dormía profundamente lo que lo hizo sonreír, miró hacia atrás, salió y se paro frente a la puerta del dormitorio principal y llamó dos veces.

En ese momento, que llamaron a la puerta, Cheng Huan sabía quién era sin pensarlo. Se puso de pie y dudó por dos segundos, luego abrió la puerta.

Tan pronto como se abrió la puerta, Cheng Huan fue abrazada en sus brazos. El hombre sostuvo su barbilla y la besó. La soltó después de mucho tiempo y lamió el cristal de sus labios: "¿Me esperaste mucho?"

"¿Te gustaría enfermarte?" Cheng Huan lo regañó con indiferencia, al ver la ropa en su mano, arqueo las cejas, fue al guardarropa de al lado para hacer un pequeño espacio: "Vamos".

Había una sonrisa petulante en la esquina de la boca del hombre, y se acercó para guardar su cambio de ropa. Miró a su alrededor y sintió que aún había espacio, así que tuvo que hacer una petición de acaparar más lugar: "Traeré otra ropa mañana".

Cheng Huan lo ignoró, se acercó a la cajonera, encontró una toalla y se la arrojó diciéndole: "No corras a todas partes sin secarte el pelo".

Jiang Mingyuan extendió la mano para tomarla, se limpió el cabello a voluntad, se acercó para atrapar a la persona y sello los labios frente a él.

Fue ridículamente bueno de nuevo.

Después del ejercicio nocturno, Jiang Mingyuan llevó a Cheng Huan a bañarse, cambió las sábanas, y estaba hablando con la persona en sus brazos.

Cheng Huan tenía un poco de sueño y no tenía ganas de responder y hablar, pero escuchó a Jiang Mingyuan preguntarle acerca de sus padres y le pareció un poco extraño.

"¿Mis padres?", Cheng Huan se inclinó en sus brazos, cerró los ojos y pensó con una cabeza caótica. No estaba feliz cuando le dijo: "No tengo nada que decir".

Jiang Mingyuan le cepilló el cabello con las manos. Debido a los problemas técnicos con el secador de ayer, este cabello se ve mucho menos brillante que antes: "¿Estás en una mala relación con ellos?"

"No es buena". Desde una edad temprana, fue considerada como alguien extra en la familia. Es imposible decir que Cheng Huan no tiene heridas en su corazón. Ya sea por que era de noche y era después de un ejercicio feroz, o por que estaba frente a su persona favorita, Cheng Huan se quejó naturalmente: "Persiguieron a su hijo y me arrojaron al abuelo desde que era una niña. No los he visto hace muchísimos años. No quisieron pagar mis tasas escolares. Pero lo que mas me molesta es que cuando el abuelo estuvo enfermo ni siquiera fueron a verlo".

Ella suspiró y dijo: "Mi abuelo tiene tantos hijos, pero nadie estaba dispuesto a apoyarlo cuando ya era viejo".

Los dedos en su cabello estaban ligeramente detenidos, Jiang Mingyuan continuó preguntando: "Bueno, ¿Tus padres todavía están vivos?"

"Sí, ¿Como podrían no estarlo después de pensar solo en ellos?, gozan de buena salud", dijo Cheng Huan pero cuando proceso lo que acababa de decir, su cuerpo se congeló de repente, levantó lentamente la cabeza y se encontró con los ojos pensativos del hombre.

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