Eres Prohibido... • Richard Z Kruspe • (Editando)

7.

Mina despertó sobresaltada, se llevó las dos manos a la cabeza cuando sintió una gran puntada y luego dolor.

- Auch! Exclamó cerrando los ojos...

Maldijo haber bebido tanto alcohol!

El alcohol es como una de esas relaciones tóxicas, prometes no volver a caer, no probar de nuevo con un chico que sabes de entrada que no te conviene, pero que tarde o temprano caes de nuevo.

La garganta lastimada por el alcohol la hace no pensar en otra cosa por unos minutos, hasta que se da cuenta de que esta completamente desnuda.

Joder... Joder... Joder... Que hice?
Se repetía así misma de forma histérica.

Salta de la cama y ve una bata de baño tirada en el piso, entonces un Richard un tanto borroso apareció en sus recuerdos de la noche anterior...

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- Voy a fumar le dije a Khira y salí a la calle, necesitaba aire después de bailar tanto, ella salió conmigo y fumo también.
Yo prendí otro cigarro y ella decidió regresar al bar, unos minutos después venía caminando hacia mi el Sr. Kruspe.
Se paró frente a mi en silencio y prendió un cigarro, le dio varias caladas.
- Estamos bien? me preguntó muy bajo y asi de la nada...
Se refería a la discusión de la tarde, la verdad es que yo me había comportado muy distante con el desde que habíamos llegado al bar, me había propuesto a ni siquiera mirarlo, no quería confundir más mi cabeza, porque la verdad era que había un "no sé que" inexplicable entre nosotros y yo estaba renuente en reparar en ello...
- Todo bien le dije tratando de sonar creíble pero sin mirarlo a la cara.
- No lo parece dijo, yo voltee a mirarlo.
- Sr. Kruspe de verdad ... - iba a empezar a decir, pero el me atrajo y me besó, tomo mi rostro con ambas manos con mucha delicadeza y yo sin pensarlo dos veces le correspondí.

Al parecer mi cerebro solo estaba conectado a mi boca, porque por más que tratará de mover alguna otra parte de mi cuerpo, simplemente no podía. Me sentía flotando, besaba tan bien que no quería soltarlo...

Al cabo de unos segundos pegó su frente a la mía, yo me queje débilmente en forma de protesta.

No, que no? Me decía sarcástica mi diablita interior de brazos cruzados.

El Sr. Kruspe tenía los ojos cerrados, mientras repetía con voz queda, para si mismo.

- No podemos... No podemos...

Yo me había quedado ciega, sorda, muda y hasta bruta, porque cuando debía utilizar mi inteligencia, está definitivamente no me acompañaba.

Reacciona mamita! me dijo mi diablita interior chasquiando sus pequeños deditos!

Entonces me aleje de el.

El corazón amenazaba con salir por mi boca de lo rápido que latía.

- Es cierto le dije sacudí mi cabeza... No puedo, no es justo que traicione así la confianza que me tiene Khira...- Termine, aunque muy en el fondo no estaba siendo sincera de cumplir al pie de la letra con esa resolución.

Dios ayúdame! pensé.

- No te prometo nada me dijo suavemente, yo trague saliva y seguí...

Después de eso bebi como si se fuera acabar el licor en el mundo...

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Khira:

Había recordado algo que le quería comentar a mi padre, cuando voltee para salir de nuevo a la calle, ví aquella escena; Sentí como si alguien me hubiese echado encima un balde de agua fría!

Mi padre besaba a Mina...
Joder Richard!

Di media vuelta y regrese con los chicos...

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Bajé y me encontré al Sr. Kruspe sentado en el living room, tocaba una guitarra acústica.

Que bel... Casi por un segundo me permiti soñar, mientras que me interrumpía mi diablita interior.

Tierra a Minerva! Se puede ser más tonta.

Me aclare la garganta y lo salude intentando parecer casual, me sentía tan avergonzada que no podía ni verlo a la cara, ciertamente está era una nueva faceta en mi.

Cómo preguntarle si entre nosotros había pasado algo?

Cómo le preguntas al padre de tu amiga algo así?

Y si solo había sido un sueño, y terminaba quedando como una niñita enamoradiza.

No, definitivamente lo mejor era hacerse la loca y tirarle piedras a los aviones.

- Que, ahora te gustan las alfombras? Me pregunto sacándome de mis pensamientos, con una sonrisa burlona...

Ciertamente mi mirada estaba fija en la alfombra.

Sonó mi movil, antes de que pudiera decir algo, y para ser sincera, me sentí aliviada...

- Voy a salir le dije aún sin mirarlo puesto que respondía al mensaje que había recibido en mi móvil.
- No me tienes que pedir permiso - me dijo secamente.
- No lo hago le respondí ahora mirándolo, y sin mas rápidamente salí del living room...

Baje y habían 4 camionetas BMW último modelo estacionadas frente al edificio, uno de los choferes esperaba en la acera, le pedí las llaves y protesto por un momento:
- Señorita Quandt, por favor me han pedido estrictamente que la lleve a casa de sus abuelos.
- Y yo e dicho que quiero las llaves le dije tajante y en un tono más alto...
Al hombre no le quedo más remedio que darme las llaves...