Capítulo 4-Susurros.

726 60 4
                                    

Cierra la puerta de golpe tras de sí y se sube en su penny naranja. Espera a que Hayes saque la bici y despues de él me monto yo. 

-No puedo creerme que no sepas montar en penny- comenta Nash 

-En verdad sé mas o menos pero se me da mal frenar y encima las pennys son enanas y yo aprendí en un logboard y además que me da vergüenza si me caigo- dijo alex con una sonrisa timida agarrada a la cintura de Hayes

-Pues no te da nada de vergüenza agarrarme como para espachurrarme- dijo Hayes con aire divertido.

Alex sintió mas vergüenza aún y aflojó sus brazos, obteniendo un  amable 'gracias' por parte de Hayes. En el camino hasta la casa de Cameron, Alex miraba a todos lados asombrándose de cualquier pequeño detalle que para ellos era tan absolutamente normal que a veces pensaban que si realmente venía de Marte o algún país pobre. Le extrañaba bastante que no pasara ni un coche por la carretera por la circulaban, en su país es raro cuando no hay coches. Y como si alguien la hubiera leído la mente apareció un coche frente a ellos. Tuvieron que maniobrar rápido para no chocar contra el coche pero al final lo hicieron contra ellos mismos. La pequeña rueda de la penny se introdujo en la gran rueda de la bici y Nash salió medio disparado mientras que Hayes y Alex cayeron al asfalto. Entre risas se levantaron. Y al llegar aún Hayes y Alex seguían riéndose, y lamentando no haber grabado la caída de Nash, la gran caída de Nash. Nash se mordió el labio a la vez que fruncía el ceño intentando poner cara de 'bueno-ya-está-parad-que-vosotros-también-os-habeís-caído' pero apenas lo consiguió. La puerta se abrió y Cameron apareció tras ella, para sorpresa de Alex, que sabía perfectamente que iba a verle pero de esto que no acabas de asimilarlo hasta que lo tienes enfrente. Y casi que de la risa al llanto, por que cuando Hayes y ella dejaron de reír sobre Nash y en el momento en que Alex vió a Cameron frente a si... ¿Sabes la sensación ésta de que el mundo te da vueltas? Pues igual pero al revés le pasó a ella al tener a Cameron tan cerca. Abrió sus fauces cual león y se corrió un pelín que en verdad era mucho muchisimo. Faltó que le rozaran el labio como quitándole la baba. Cuando se dió cuenta se tapó la boca de golpe y dió un paso atrás. Para sorpresa de ella, Nash le retiro la mano de la boca y le agarro la muñeca con delicadeza como si le fuera a mostrar algo maravilloso por primera vez. Con su mano izquierda la agarraba mientras que con la derecha y la palma hacia arriba señalaba a cameron. 

-Él es Cameron- dijo mirándola-Y ella es Alex-dijo mirando a Cameron.Éste con una sonrisa se acercó a darle dos besos. 

-¿Tan difícil ha sido?-pregunto Nash 

-No- dijo ella timidamente, con una voz casi inaudible

-¡Eh! ¿Os habeis fijado? ¡Le ha cambiado la voz!- dijo Hayes- Has hablado mas bajito ahora que antes- dijo extrañado dirigiéndose a ella. Entonces Alex se vio en un absurdo aprieto a costa de la vergüenza, del que sorprendentemente él la sacó.

-Lol Hayes, mírate los oídos- dijo Cameron guiñandole un ojo a Alex. Caminaron apenas cinco minutos cuando Cameron le susurró a Alex 'Es verdad que te ha cambiado la voz, pero tranquila que en verdad yo también soy tímido y me pasa a veces' Alex sonrió como una tonta y siguió pellizcándo su brazo. Pero no, no despertó, aquello no era un sueño, estaba pasando CAMERON DALLAS LE HABÍA SUSURRADO que no era lo que ella había soñado pero CAMERON DALLAS LE HABIA SUSURRADO.

De intercambio a casa de los GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora