De pronto algo la despierta. Escucha como alguien la susurra al oído y le cuesta entender que dice. Abre los ojos y se topa con los de él, la pupila es enormemente grande y el iris azul invitaba a zambullirse en ellos. Sus miradas clavadas una en la otra, le gustaria vivir en aquel momento el resto de sus días, mirando sus ojos cual cuadro de exposición. Pronuncia su nombre y ésta se incorpora en la cama
-Oh em .. lo siento.. estaba mirando em.. tus ojos y pues.. lo siento am ¿que decias?-dice al darse cuenta que el tiempo no se congela por mucho que ella lo sienta así. Se coloca un mechón de pelo tras la oreja y mira hacia abajo un instante. Sus palabras han echo sonrojar a Hayes que evita su comentario tras una sonrisa y le habla de nuevo.
-Digo que si te vienes a cortarle el pelo a Nash secretamente- Esto hace cambiar el semblante a Alex. Y siguiendole el rollo a Hayes, habla en susurros como si de algo verdaderamente secreto se tratara y no de.. aquello.
-No podemos hacerlo tan secretamente si ya lo sabemos tu, Skylynn y yo-dijo haciéndolo ovbio
-Es ovbio que ya se te quitó la vergüenza el otro día eh
-No del todo- dijo Alex con semblante misterioso
Skylyn con los brazos en jarra les observa y pone fin a todo aquello.
-Dejad de ligar, Hayes, es mayor para ti, Alex pegas mas con Nash. Y ahora venga cortemosle el pelo a Nash.
Los muchachos ríen tras la invención de la pequeña y a paso lento entran en la habitación contigua que es la de Nash. Hayes mueve lentamente las tijeras y pequeños pelos empiezan a resbalar por el cuello de Nash que durme plácidamente en su cama. Su cama... Nash.. en ella.. le dan ganas de echar a Hayes y Skylynn de la habitación, meterse en la cama con él, abrazarle y no salir nunca de allí. Vuelve a la realidad en el momento que Nash da una vuelta asustando así a Hayes que casi le incrusta las tijeras en un ojo. Entonces Alex vuelve a su mundo y en el remoto caso de que su precioso Nash tuviera un ojo menos por culpa de Hayes, le habría tocado a ella torturarle por tal matanza. Pero menos mal que Nash sigue teniendo sus dos ojitos azules tan tan tan taaaaaaaaaaaaaan perfectos. Una vez hubo acabado con las tijeras, le dió la maquinilla a Alex, que abrió los ojos como platos.
-No, no hazlo tú que yo no me fío de mí.
-Pero yo sí, venga- Y tras decirlo Alex muere de amor lentamente y luego rápidamente como Hazel y Augustus.
-No en serio, que yo no se usar eso
-¿Y yo si?
-Tu eres chico
-Y tu chica ts
-Ya pero digo que-
-¡Que dejeis de ligar!-dice Skylynn alzando la voz. Hayes y Alex corren a taparle la boca.
-Hazlo tú que será mas divertido- dice Hayes.
Apenas unos segundos Alex vuela a su mundo e imagina a Nash con un horrible corte de pelo, con todo el fandom odiandola y aún asustándole mucho la idea lo hace de todas formas, por que está cansada de darle importancia a cosas que no lo merecen y porque en verdad se muere por hacerlo. Aprieta el botón y la maquinilla empieza a bibrar, entonces Alex cual adolescente, malpiensa y con cara rara deja de ver una maquinilla de cortar el pelo y ve un enorme vibrador negro. Vuelve a la realidad por tercera vez y comienza. Sus manos tiemblan, se muere de miedo por no estropearlo pero se siente orgullosa de haber sido capaz de hacerlo aún así. Skylynn lo observa todo sentada en las rodillas de Hayes, con las manos en la boca. Cundo por fin termina se deciden a irse lentamente, igual que como vinieron. Hayes se vuelve patoso y al levantar tropieza con la silla del escritorio y cae al suelo. Hace tal ruido que Nash despierta aturdido y frunce el ceño ante el panorama. Su hermano en el suelo, Skylynn junto a Alex y ésta con una maquinilla... espera ¡CON UNA MAQUINILLA! Nash palpa su pelo esperando encontrarlo frondoso cual bosqque hasta arriba de árboles pero en vez de eso se encuentra con que no tiene apenas, por lo menos comparado con como lo tenía hacía unos minutos. Hayes se levanta de golpe y junto a las muchachas echan a correr hacía la cocina. Pero en lo que bajan las escaleras Nash ya está abajo, ventajas de tener barandilla o de tener un trasero que rebale por ella depende por donde se mire. Alex se asusta al verle frente a ellos, no quiere que se enfade con ella por nada del mundo.
-Lo siento lo siento lo siento- dice finalmente con cara de decepción. Nash la mira y sonrie.
-No pasa nada, si sé que tú no tienes la culpa- dice mirando a Hayes tras las últimas palabras- ¿Que tienes que decir ante esto?-señala su cabeza
-Fue idea de Skylynn- agarra la muñeca de Alex y echan a correr por el jardín. Nash les sigue gritando
-HAYES, SE QUE HA SIDO IDEA TUYA, VUELVE NO TE HARÉ NADA.
-NO ME FÍO DE TUS NADA-
De pronto Alex se para en seco y Nash llega junto a ellos, Alex se pone entre medias alargando las manos, tocando el pecho desnudo de Nash. Entonces éste da media vuelta y vuelve hacia la casa. Hayes por detrás comienza a reírse, Alex no sabe que hacer y decide ir tras Nash.
-VENGA ALEX NO TE IRÁS A CREER SU RABIETA DE NIÑO PEQUEÑO
No obtiene respuesta y resignado vuelve a casa. Nash, cruzado de brazos, se sienta en el porche, y Alex tjunto a él.
-Por favor perdónale, no me gustaria venir justo la semana en que los hermanos Grier se enfadan, yo quiero que hagais las tonterias de vine y que seais vosotros pero no, no así. Sé que jode pero por favor.- No acaba de creer lo que acaba de hacer. Pero lo ha echo.
-Vale, le perdonaré. Pero solo por tí eh que conste- y entonces la abraza. Y ella sin dar crédito a todo aquello sonríe de oreja a oreja. Siendo Nash la razón de la cúal por milésima vez.
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De intercambio a casa de los Grier
Fiksi PenggemarLa suerte nunca estuvo precisamente de su parte, pero aquella semana lo cambiará todo. Él, lo cambiará todo.