Cap 2: De condenas

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- "…y nadie, nadie salvará tu alma más que nuestro Creador. Es un proceso difícil de asimilar, difícil de creer y más aún de sobrellevar. Pero a veces pensamos mucho en nuestro cuerpo y no en lo que realmente nos hace caminar por esta vida…."

- Él es el padre Kwan- le informó la hermana superiora a Chaeyoung y señalando con velocidad al hombre. La castaña estaba recorriendo el último lugar que le quedaba por conocer: la Iglesia- Suele dar misa muy temprano. Luego de su desayuno- continuó Sunmi, como realmente era su nombre- La Iglesia es el único rincón que tenemos acceso todo el día y a cualquier hora-

- Entiendo-

- Y dime, Chaeyoung… ¿cómo has pasado tu primera noche aquí?-

- Oh, bueno…estaba algo nerviosa, ansiosa en realidad pero fue muy agradable. Reconfortante- agregó la castaña con rapidez y observando desde la puerta, a lo lejos, al sacerdote que continuaba con su desempeño. 

- Pero el lugar, hija ¿esperabas algo más? ¿Pasaste frío? Las habitaciones de arriba suelen ser algo heladas y el viento que ingresa bajo las ventanas apaga los calefactores-

- No, no. Ha sido todo realmente cómodo, gracias. No hay nada de qué preocuparse-

- Bueno, ya sabes, ante cualquier cosa me avisas. Estoy a tu cargo hasta que tu tiempo aquí tenga fecha de inicio ¿Estás nerviosa por eso?- le preguntó la mujer y Chaeyoung giró a verla: lo estaba sí. Pero lo deseaba también y con más ímpetu aún. 

- Tal vez un poco-

- En la cocina tenemos una ficha con horarios- comenzó la mujer dando media vuelta y caminando a lo largo de todo un pasillo- Por la mañana cierto grupo debe preparar el desayuno, otro el almuerzo y no debes dejar pasar la hora más importante. La siesta. El momento en que todas nos reunimos para nuestra oración de las 15-

- Entiendo, si. Lo leeré en un momento-

- Cada viernes solo cuatro de ustedes saldrán al pueblo para realizar las compras necesarias. Irán rotando porque afuera, en el terreno tras nuestra casa, el resto deberá cosechar lo que el clima y tiempo disponga-

- Si, Tzuyu me dijo algo anoche- murmuró Chaeyoung refiriéndose a su compañera de cuarto. La chica era menor que ella y no paró de hablarle hasta que el sueño la venció. A Chaeyoung le pareció simpática y completamente confiable. 

- ¿Sabes cocinar, Chaeyoung?-

- Algunos platos. La pasta, sobretodo-

- Es suficiente por el momento, aprenderás lo demás con el tiempo. Tu padre me dijo que te gusta la lectura-

- Me fascina. Cada libro es aprendizaje y el aprendizaje ayuda a la personalidad ¿no le parece?-

- Me parece. Y mucho ¿Cuál es tu autor favorito?-

- Estaba leyendo en casa a Ana Frank y algunos poemas de Franz Hessel. Lo considero…-

- No vuelvas a repetir tales nombres aquí dentro- la calló la mujer deteniéndose bruscamente pero sin girar a verla- no mezclamos la religión con la política ni el gobierno y evitamos cualquier tipo de relación-

- Lo siento- se disculpó Chaeyoung retomando su andar tras los pasos de la mujer. 

- Tenemos una biblioteca, al lado de mi oficina. Puedes tomar libros por la tarde-

- Claro. Gracias-

- Recuerda que a las 20 debes estar en tu habitación. Contamos con un guardia de seguridad que recorre los alrededores y durante la noche vigila unas horas desde la entrada. Ante cualquier duda o sospecha me lo haces saber y se lo informaré-

Fuera Del Paraíso | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora