Cap 5: De sensaciones y razones

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Las personas suelen alborotarse, calmarse, congelar su alma o llenarse de nervios cuando alguien roza su mano, acaricia su cuello o le susurra algo contra su oído. Son Chaeyoung nunca había vivido esas sensaciones. Sensaciones que sabía solo un tipo de persona puede lograrlo en otra. En alguien como ella.

Nunca las había sentido.

Hasta ahora. Donde Mina sostenía su mano y aún no quería parecer soltarla a pesar de que ya no estaban solas en ese antiguo sillón.

Chaeyoung podía sentir el frío de sus dedos contemplar el calor de los de Mina y el magnetismo irresistible que se generaba entre ellos. Quiso soltarse, intentando explicar a quien había llegado lo qué estaba sucediendo pero la nipona ejercía algo de fuerza y se lo impedía.

Una chica hablaba cerca de ellas, furiosa, molesta con un tal Albert y Mina solo hacía muecas divertidas al oírla protestar. Sana, como así la llamó Mina pretendiendo interrumpirla, lanzó un manotazo a un farol y de repente todo se hizo silencio.

- ¡Y no puedo creer que mientras esté ocupada haciendo algo de dinero tú estés coqueteando con esta castaña! Que por lo que veo hubiera sido algo más si no llegaba- agregó al ver la mano de Mina en el muslo de Chaeyoung y sus manos casi entrelazadas. 

- ¿Puedes calmarte?- preguntó Mina recogiendo su camisa y poniéndose de pie, colocándosela nuevamente- Ella es Chaeyoung, es la novicia nueva. Chaeyoung, ella es Sana, una amiga-

- ¿Novicia nueva?- cortó la japonesa el posible saludo y llegó hasta ellas con preocupación- ¿Qué demonios hace aquí, Mina? ¿Quieres que nos maten? ¡Dios, que se largue! ¡Ahora!-

- ¡Que te calmes, Sana! Estaba en la cárcel y ella pagó mi fianza. 

- ¿Qué? ¿Es en serio?... Vaya, es la primera que lo hace antes de acostarse contigo- ironizó Sana cruzándose de brazos. Chaeyoung acomodó su abrigo y se alejó sin observarlas hasta la puerta. 

- No digas estupideces- murmuró Mina siguiendo a la castaña- Chaeyoung, espera-

- Debo irme, Mina-

- Pero no puedes llegar así como si nada. Sunmi te castigará-

- Da igual eso. No me arrepiento de lo que hice-

- Que esperes, Chaeyoung- la detuvo Mina sujetando su brazo y regresándola cuando intentó marcharse- Sana tiene una motocicleta. Te llevará e inventará una excusa para evitarte problemas. No te los mereces-

- No es necesario-

- Porque tampoco lo haré- aseguró Sana y Mina giró a verla, fulminándola con la mirada. 

- Te debo dos favores ya y aún no te he devuelto ninguno. Permite que haga esto, Chaeyoung. Por favor-

Chaeyoung observó el rostro de la nipona y no pudo evitar sonreír: su gesto casi de imploración y su mano tomando su brazo sin dejar que se aleje pero sin violencia también.

Asintió lentamente y escuchó a Sana bufar y luego desaparecer en la cocina, regresando con un par de llaves.

- Que sepas que hace más de un año que no arranca- masculló la japonesa mayorbal pasar a su lado y Mina finalmente soltó el agarre. 

- No le hagas caso, cuando te conozca mejor te tratará bien. Es así con todos-

- Está bien. Me voy, Mina. Cuídate por favor-

- Lo haré y haz lo que Sana te ordene. Nadie miente mejor que ella-

- Lo tendré en cuenta- susurró la castaña inclinándose y deteniendo su rostro frente a la mejilla de Mina. Cuando la nipona intentó voltear, le dejó un rápido beso y la saludó una última vez con la mano - Hasta luego, Mina-

Fuera Del Paraíso | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora