Cap 8: De Ángeles Y Demonios

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— Y no nos olvidemos de aquellas cosas que no podemos realizar, no debemos hacerlas. Aquellas que comienzan como un simple deseo pero terminarán perjudicándonos a largo plazo. Somos una comunidad, nos mantendremos unidas, fuertes y alejándonos de ese tipo de manipulaciones, oscuras y que nos llenan de miedo solo para aprovecharse de ellos luego—

Chaeyoung escuchaba atentamente las palabras de Sunmi, la hermana superiora llevaba más de 40 minutos en medio de la Iglesia, predicando con énfasis cada certeza que salía de su cabeza. La mujer se desplazaba por el frío lugar moviendo sus manos y acentuando su discurso para que ninguna lo olvidara.

Chaeyoung estaba sentada en el cuarto banco de la fila izquierda cuando parpadeó varias veces por la interrupción de Nayeon, que llegaba desde la puerta trasera y se colaba entre sus compañeras hasta llegar a ella y acomodarse a su lado.

Sunmi se silenció con molestia unos segundos y luego de una mirada inquisidora, continuó.

— Abran sus Biblias, Lucas capitulo cuatro, versículo 1. Leerás, Jeongyeon, para todas—

— Hoy es el día Sunmi— escuchó Chaeyoung a su compañera, murmurarle junto a ella.

— ¿De qué hablas?— susurró Nayeon pero con su mirada en la hermana superiora.

— De vez en cuando, Sunmi despierta con todo ese poderío que cree lleva dentro y nos tortura por horas con estas lecturas—

— Pues para eso estamos aquí ¿no?—

— Habla por ti— masculló la chica pasando páginas.

— ¿Tienes que quejarte de todo lo que hacemos aquí dentro?—

— Si, hasta que esté fuera. Y cuando este fuera, me quejaré de todo lo que hay allí afuera—

— Por favor— rodó los ojos Chaeyoung— realmente hay cosas provechosas aquí ¿por qué no las utilizas?—

— ¿Y escudarme con ello como lo haces tú? Todo esto es mentira, Chaeyoung. El que estés aquí dentro no te ayudará en nada—

— ¿Y lo que hay afuera sí?—

— ¿No te gustaría averiguarlo? O mejor aún, vivirlo ¿No te gustaría estar leyendo lo que deseas sin que alguien te lo prohíba? ¿O vestir cómo realmente te gusta?—

— Me gustan los vestidos—

— Al diablo con los vestidos, piensa en otra cosa... ¿No te gustaría enamorarte?— preguntó Nayeon y Chaeyoung volteó a verla, negando ligeramente con la cabeza por qué no podía creer lo que escuchaba— Qué alguien te tome de la mano y te lleve, no sé ¿a un parque? ¿O arranque una flor para ti? ¿Qué alguien te tome de la cintura y te ruegue por besarte?—

— Nayeon, eso....

— ¡Allá atrás!— las calló Sunmi con una mirada furiosa— Respeten el lugar que están ocupando. Si no pueden mantenerse calladas, cuéntenos entonces sus reflexiones de la lectura. Las escuchamos—

Chaeyoung bajó su vista hasta su Biblia y notó que ni siquiera la había abierto. Lo hizo con rapidez, hojeándola con nervios y finalmente llegó a la lectura, escuchando de fondo las risas de sus compañeras.

Sus ojos repasaron con velocidad todo el capítulo y alzó el mentón, preparada a soltar palabra pero Nayeon se adelantó y habló por ambas antes:

— Creo que somos incapaces de notar cuando tenemos la tentación frente a nosotras...porque a fin de cuentas, siempre terminamos cediendo por algo de deseo— terminó la chica observando de reojo a Chaeyoung y logrando los murmullos de las demás—

Fuera Del Paraíso | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora