Cuatro largos meses se sucedieron entre los preparativos. Duanmu Xi y Yang Jinghua, ayudados por la abuela y por los sirvientes de la casa, lograron organizar todo lo necesario para la celebración de la boda. A pesar de que ya habían tomado sus votos de la manera tradicional en la familia de Duanmu (un ritual debajo de las estrellas), debían culminar todo con una ceremonia frente a Dios, en el lugar sagrado donde se realizaban los encuentros y bendiciones. Según la abuela, si todo salía bien, ambos serían aceptados por aquel misterioso ente del cual solo Duanmu Xi conocía la forma.
Jinghua apelmazó los pliegues de su ropa, nervioso. Tenía puesta una bella túnica blanca de cuerpo entero, tenía detalles celestes y azules y sobre ella descansaba un pequeño collar con dijes. La abuela había atado su cabello con un lazo también celeste, y finalmente lo había dejado solo en el centro del lugar de encuentros, que lentamente comenzaba a llenarse con los invitados. Aguzando la vista, el moreno pudo ver a Qin Siyao entre la multitud y la castaña lo saludó con una sonrisa amable, sujetando la mano de un muchacho rubio e igual de entusiasta que ella. "Al fin encontró alguien que iguale su energía" pensó Jinghua, riendo.
La gente hizo un silencio repentino, y a sus oídos llegó el sonido de cascabeles. Girando la cabeza, el moreno sintió como su corazón comenzaba a latir cada vez más rápido. Duanmu Xi avanzó por el camino que llevaba hasta el centro, vestido con una túnica blanca con detalles celestes y azules. Su cabello había crecido bastante esos meses, por lo que estaba recogido en una cola de caballo, dejando ver un par de aros de flecos que colgaban de sus orejas. En la mano derecha llevaba un bastón alargado con dos cascabeles en la punta, y caminaba con los ojos cerrados, sereno. En silencio llegó junto a Jinghua y pasando junto a él, levantó el bastón y lo golpeó contra el suelo.
- Patrem omnis terra hodie vultus. O clemens et misericordiam pueris tuis. Ut benedicat tibi priusquam te venimus et nos unum unio, sicut et nos tua gratia copulare reliquum vitae. Ego servus tuus, et hodie apud hominem elegit me, ego quaeritur conspectu tuo- anunció con voz potente
El moreno no comprendió sus palabras, pero estaba casi seguro de que era latín. Su amado permaneció en silencio unos segundos y finalmente se volteó hacia él. En su mirada había un sentimiento que Jinghua era incapaz de describir.
- Ven conmigo- indicó
El hombre obedeció y tomando su mano con fuerza, caminó junto a él, llegando al borde de la plataforma. El albino se detuvo y dejó su bastón en el suelo, arrodillándose brevemente mientras murmuraba inteligiblemente. Segundos después, volvió a levantarse y sujetó la mano de Jinghua entre las suyas, cerrando los ojos. El moreno lo imitó y pudo oír un suave susurro pasear entre ellos, aunque más bien parecía estar cantando en un idioma desconocido.
- Te kotahitanga me te aroha, fakataha...- decían los murmullos, su tono era amable y alegre
Jinghua sintió como una brisa cálida lo envolvía y levantaba sus pies del suelo. Tenía la sensación de estar viajando metros por encima de la tierra mientras aquel viento continuaba abrazándolo y los cánticos se hacían más fuertes. Temeroso de caer, sujetó la mano de Duanmu Xi con más fuerza.
- Abre los ojos- murmuró su pareja
El moreno levantó los párpados, pero con sorpresa pudo ver que seguían en el borde de la plataforma. Duanmu le sonrió con felicidad, acariciando su mejilla.
- Creo que tenemos la bendición- anunció, con unas cuantas lágrimas brillando en su lagrimal
Jinghua se derrumbó en sus brazos, llorando junto a él, y los invitados estallaron en aplausos. La abuela se ocultaba detrás de su pañuelo bordado, y Qin Siyao sollozaba entre gritos escandalosos sujeta al muchacho rubio, quien se hallaba en la misma situación. Un coro ancestral y poderoso retumbaba entre las gradas, acompañando los últimos momentos de la ceremonia antes de desvanecerse.
Yang Jinghua despegó la cabeza del hombro de Duanmu Xi y acarició sus mejillas dulcemente.
- Supongo que si Dios nos acepta, entonces ya no necesito la aprobación de nadie más- aseguró con una sonrisa
- Dios fue el primero en hacerlo- replicó el albino, riendo- Y ahora, vámonos. Tenemos muchos invitados que saludar, ¿no crees?
FIN
Y después de tantos meses de hiatus, tenemos el final de esta historia. Cuando la empecé, planeaba hacerla más larga, pero conforme pasó el tiempo me di cuenta de que no necesitaba enroscarme tanto. Perdonen por haber tardado tanto en terminarla, no fue un buen tiempo para mí ni para mi inspiración artística y no quería hacer un capítulo de mierda.
¡Gracias por haber estado ahí para leer! Espero que les haya gustado, y que estén bien. Y acuérdense de lavarse las manos, comer y dormir bien. Lxs quiero.
Ema~
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Más que mi Alma Imagen [Un fanfic de Soul Contract/Spiritpact]
FanfictionDuanmu Xi ha tomado como Alma Imagen al joven espíritu Yang Jinghua, quien se caracteriza por ser muy rebelde, alegre e inquieto. Sin embargo, luego de la última batalla contra Situ Li, los sentimientos en el corazón del maestro Yangming han comenza...