IV - Aʟʟ Nɪɢʜᴛ

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  HyungWon Chae dejó escapar su sexto suspiro durante la última hora

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  HyungWon Chae dejó escapar su sexto suspiro durante la última hora. Estaba tan harto de esa mierda que solo quería pegarse a sí mismo en el rostro y desaparecer de la faz de la tierra. Eso de ser el príncipe de la escuela era una carga que él ni había buscado ni jodidamente quería. Tener que sonreír, parecer amable y simpático, solo por encajar con el molde predeterminado era lo más odioso que tenía que hacer cada día. Pero lo hacía. Tenía que hacerlo o su mamá le iba a matar. Se tocó el puente de la nariz, esa era la cruz que tenía que cargar por tener abuelos mortífagos. Bueno, se dijo mientras acariciaba su antebrazo, no era la única.

  La clase de Transformaciones, impartida por la reincorporada Minerva McGonagall, era de sus favoritas – nunca como Historia de la Magia, pero no era tan quisquilloso –, sin embargo la lección se le estaba haciendo aburrida y cargante hasta cierto punto. Se preguntó si sería correctamente moral atacar a la profesora con el hechizo Desmaius. Quizás también podía atacar a esas molestas chicas que no dejaban de mirarle y reírse como tontas. Quizás aplicarse el hechizo a sí mismo no sería mala idea. Levantó la varita a punto de llevar a cabo la acción pero fue sujetado en el acto.

—Veo por donde van tus intenciones y más te vale controlarte. —dijo su amigo entre dientes.

—Hobi, media hora más de esto y me lanzo el Avada Kedavra gustoso. —exclamó, quizás demasiado alto para su gusto, pues había conseguido llamar la atención de algunas chicas.

  Lo malo de que sus mejores amigos tuviesen el mismo nombre, es que aunque ambos estaban en diferentes casas, parecían también estar conectados por la misma neurona. Ambos querían lo mejor para HyungWon, y él solo quería que ellos solucionaran sus vidas y siguiesen adelante, dejándole a él tranquilo y con la posibilidad de dormir como bello durmiente hasta el fin de los tiempos. Eso sonaba como el mejor plan jamás creado por el hombre.

—Si sucede una transformación desastrosa, ¿qué hechizo utilizarían para revertirlo? —preguntó la profesora de forma estridente, casi sacándole de su ensoñación—Señor Chae, si responde le permito dormir el resto de la clase.

Episkey. —aseguró, oportunidades así no debían ser desaprovechadas—Es el utilizado para curar heridas menores, o las causadas por transformaciones desafortunadas. La persona sentirá una comezón en la herida mientras esta se calienta y luego se transforma en un bálsamo frío. Viene etimológicamente del griego επισκευή, significa reparar.

  Dicho esto bajó la cabeza mientras veía la sonrisa orgullosa de la profesora. Amaba ser buen estudiante. Tener buenas notas era mucho mejor que intentar mantener una popularidad inmerecida y un secreto asfixiante. Tironeó nuevamente de la manga de su camisa, pero Jung lo notó, él siempre lo notaba todo.

—HyungWon, mantente tranquilo, nadie puede verlo. —le aseguró Hobi—Sabes que nadie lo verá, WonHo se aseguró de ello y sabes que él es el as de esta clase. Nadie en tu casa lo sabe y de nuestra boca no va a salir. Deja la paranoia. Hemos llegado hasta aquí, ¿no?

Find You『ᴴᵒᵍʷᵃʳᵗˢ ᴬᵁ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora