❝Ninguno de ellos podía siquiera imaginar como el castillo de naipes comenzaba a alzarse para caer y llevarse todo consigo. Arrasando con todo aquello que había construido lentamente. Los retos comenzaban a asomarse y aquellos secretos que algunos g...
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Recorrió con sus ojos el camino que el chico de cabello gris seguía. Desde su puesto en la ventana pudo ver cómo era abrazado por JK y TaeYong, aunque luego se les unieron Daniel y HyunJin. Suspiró cansado y sin ganas. No importaba que sucediese o que tan oscura se hubiese vuelto su aura, en esencia, Christopher Bang seguía siendo la misma persona, con los mismos amigos y los mismos intereses. Le vio sonreír mientras el Ravenclaw menor saltaba sobre él y comenzaban a juguetear entre ellos.
Lo extrañaba. Extrañaba sentir ese tipo de sensaciones. MinHo Lee extrañaba cosas que jamás había tenido y que siempre había deseado tener. Se hizo un ovillo contra la ventana de su habitación. Los últimos meses habían sido desastrosos. Su hermano tenía razón, había tocado fondo y no sabía cómo regresar a la superficie. Se estaba ahogando y podía sentir como comenzaba a entumecerse por dentro. Al menos ya había dejado de llorar cada noche, pero la ansiedad no había desaparecido. Aun podía sentir la mirada de repudio que recibía de parte de cada estudiante. Durante las noches se tornaba más difícil, porque justo en su espalda estaba la mirada taladrante de WonHo, ChangBin que de un día para otro le había dado un ultimátum y al no poder responder en ese momento había causado que su supuesto mejor amigo no le dirigiera la palabra, y los demás que le juzgaban en maldito silencio.
Las pesadillas eran ahora algo constante. Solo conseguía paz cuando se encontraba solo, o en compañía de sus hermanos y JiSung, las únicas personas que habían demostrado mantenerse a su lado sin importar que. Lo peor de todo es que él no había hecho absolutamente nada y pagaba las consecuencias de algo en lo que jamás había querido involucrarse.
Dejó de ir a clases. No podía estar en espacios cerrados con tantas personas que al verle pasar susurraban puta a sus espaldas e incluso de frente. Comenzó a hacerse daño, aunque mantenía una sonrisa por JiSung, pero su amigo no era tonto, lo había notado y terminó informándole todo a sus hermanos. MinHyuk lloró. MinHo no estaba seguro de porque sus hermanos se veían tan alarmados, él solo estaba decaído, se le pasaría. Sin embargo el tiempo corrió y eso no sucedió, las palabras hirientes de ChangBin le habían hecho tocar fondo porque ese día descubrió que no podía aguantar más mierda, y la escuela comenzó a tomar cartas en el asunto cuando intentó quitarse la vida en el baño de los Prefectos y Troyan le había encontrado. Su sexto año sería completamente diferente, o al menos eso le decían.
Así que allí estaba, a dos días de regresar a casa, en una habitación vacía porque sus compañeros celebraban su último día de clases, mientras que él solo podía mantenerse contando las horas. Increíblemente había aprobado sus exámenes TIMO, MinHyuk y JooHeon le habían ayudado a estudiar, y JiSung jamás le dejó solo, así que ese mérito se lo deberían llevar ellos, no él.
Por mucho que lo intentaba, no lograba desviar la atención de Christopher y sus amigos, y una punzada de traición se instauró en su pecho al ver a ChangBin de repente con ellos. Intentó retener las lágrimas pero le fue difícil. Los celos lo atacaron, así como la decepción y aquel sentimiento aún más profundo que le destruía por dentro y que le había hecho caer en la total desesperanza. Durante meses esperó que Christopher le fuese a ver, que le dijese que sabía que todo era mentira, que MinHo no había contado su secreto, que no era una puta. Todos los días esperaba al Slytherin en la puerta, ideando formas para hablar con él.
