7

9 2 1
                                    

Pequeño Manchado corrió hacia su padre con los ojos centelleantes.

- ¡Eres lugarteniente! - chilló - ¡Mi padre es lugarteniente!

Escarchada se sentó a su lado y lo calmó dándole un afectuoso lametón en la cabeza, después miró a su pareja y ronroneó.

- Enhorabuena - maulló frotando su pelaje con el del gato - el Clan de la Tiniebla necesita ahora más que nunca alguien valiente y fuerte como tú para que lo guíe.

- No sé muy bien como voy a hacer las cosas pero seguro que...
- ¡Seguro que lo haces muy bien!

Una zarpa casi tan grande como su cabeza le revolvió el pelo, era Ala de Halcón, indudablemente. El guerrero y Niebla Oscura habían forjado una muy buena amistad y ambos se apoyaban mutuamente.

- Enhorabuena por el cargo - maulló el riendo - tus hijos tienen un gran ejemplo a seguir.

- Gracias Ala de Halcón - maulló - precisamente iba a pedirte consejo... Creo que soy demasiado joven e inexperto para tomar este rango.

- No te tortures - dijo en tono vacilón -tu hermano tiene que estar muy orgulloso.

A Niebla Oscura se le erizó el pelo de la cola, se levantó de un salto y se encaró al gran atigrado.

- ¡Mi hermano es repugnante y un abandonador! - bufó, estaba seguro de que todo el Clan le había oído - y no voy a permitir que nadie le defienda en la próxima batalla, más le vale que le quepa en la cabeza que voy a ir a por él.

- ¡Y yo voy contigo! - chilló Pequeño Manchado dando saltos de alegría.

- Pequeño... Tienes que esperar cinco lunas más para convertirte en un aprendiz, hasta entonces no puedes salir del campamento solo.

- ¡Pero yo soy grande! - dijo sentándose malhumorado - soy el más pequeño de mis hermanos pero el más valiente.

- Pero un guerrero es más que ser valiente - ronroneó - un guerrero tiene que aprender a tener miedo.

De nuevo la zarpa de Ala de Halcón se apoyó sobre su cabeza y le revolvió el pelo.

- ¡Y por eso tú eres el lugarteniente y no yo o cualquier otro guerrero - río levantándose - tengo que salir de patrulla, si me disculpais...

Pequeño Manchado miró fijamente a su padre durante unos segundos y luego pronunció en bajo la palabra "miedo" y salió corriendo hacia sus hermanos.

Niebla Oscura aprovechó que estaba solo con Escarchada y mirándola con preocupación ahogó un maullido.

- ¿Crees que estoy listo? - murmuró buscando consuelo en los ojos de su amada, lo consiguió.

- Eso solo lo sabes tú. - ronroneó levantándose y acariciando la cara de su compañero con la cola mientras caminaba hacia sus hijos.

A Niebla Oscura eso no lo dejó más tranquilo pero trató de ocultarlo, subió la Peña Alta hacia la guarida de Estrella Demacrada y esperó a que el líder le dejara entrar, tal y como había visto que Mirada Amatista lo hacía.

- Adelante Niebla Oscura - maulló el gato desde dentro - ¿Pasa algo?

- He ordenado las patrullas de hoy - respondió manteniéndose firme - pero aún así no creo que esté listo para ser Lugarteniente... Quizás deberías darle el cargo a otro gato... Quizás Ala de Halcón lo hiciera mejor.

El líder no contestó, se dio la vuelta dejando de estar sentado a estar de pie, se acercó a Niebla Oscura, ahora parecía más grande de lo que nunca lo había visto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El sol tras la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora