El sol tras la tormenta

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La luna llena comenzaba a salir, ese día abría una asamblea y Estrella Demacrada había anunciado quiénes irían ese día.

Niebla Oscura tenía muchas ganas de ir, pero Cenizoso se había ofrecido a darle su puesto a otro gato para cuidar de sus sobrinos; los hijos de Escarchada y Manto de Niebla, y entonces echo una furia consiguió quedarse él y no su hermano. No por llevarle la contraria, por qué de ninguna manera iba a dejar a su amada o a sus hijos con el despreciable de su hermano, y mucho menos si quería convencer a sus retoños de que su tío era un abandonador.

El guerrero negro entró en la guarida con una paloma para él y una ardilla para su compañera, cuando entró cuatro pequeñas figuras peludas corrieron hacia él chillando y correteando torpemente.

Una era blanca de manchas naranjas y negras en la cola y parte del lomo, la habían llamado Pequeña Arce, el segundo era un atigrado dorado de pelo corto, le habían llamado Pequeño Dorado, el tercero era una gata gris de motas gris oscuro y una larga raya de la misma tonalidad de sus pecas que le llegaba del cuello a la punta de la cola, se llamaba Pequeña Granizo y el más pequeño era un gato marrón de ojos ámbar salpicado de manchas negras, Pequeño Manchado, el menor de sus cuatro hermanos.

El hijo de Manto de Niebla, Junquillo, se les unió y los cinco cachorros empezaron a juguetear y revolver toda la maternidad, hasta el punto en el que las reinas tuvieron que salir y mandarlos jugar fuera, cerca de ellas. Niebla Oscura recordaba con orgullo los momentos en los que él era un cachorro y obligaba a su hermano a luchar contra él, el gato negro siempre ganaba y no había vez en la que si hermano no saliera sollozando de la pelea, aquellos eran grandes tiempos.

Sombra Oscura comió en silencio su comida mientras vigilaba a los cachorros de cerca, reparó en que Cenizoso también los miraba, con una sonrisa en su cara. Sombra Oscura lo miró fijamente con la intención de que cuando levantará la vista lo viera con intención de saltarle al cuello si seguía mirandolos.

Sombra Oscura se ofreció para cuidar de los cachorros y así las dos reinas podían dar un paseo por el bosque antes de que la patrulla de Estrella Demacrada marchara a la asamblea.

Cuando las dos gatas se marcharon, Niebla Oscura mandó a sus cachorros que se acercarán y a Junquillo también, una vez los pequeños se sentaron curiosos a su lado, el gato negro se tumbó y se mantuvo firme.

- Sé que Manto de Niebla y Escarchada os habrán dicho maravillas sobre este clan y sus guerreros - empezó - y es cierto, somos unos gatos sanos y orgullosos que pueden permitirse alardear sobre sus logros, pero no todos en este clan son de fiar...

- ¿A qué te refieres? - Preguntó Pequeño Dorado poniendo los ojos en blanco.

- Cenizoso... - maulló él en bajo - es mi hermano, y tu tío Pequeño Dorado. Hay cosas en él que harían que el Clan Estelar le diera la espalda para siempre.

- ¿Qué hizo mal? - maulló asombrada Pequeña Granizo - Escarchada me ha dicho que es dulce y atento.

- Es un abandonador - respondió él antes de que las orejas le sangraran por escuchar a su hija decir cosas buenas sobre su hermano. - y os diré por qué, durante una batalla contra el Clan del Roble hace ya unas lunas, los guerreros del Clan de la Tiniebla lucharon con fiereza por defender sus tierras y sus derechos de caza; entonces Cenizoso fue acorralado por una sanguinaria gata del Clan rival, yo no podía ir a salvarlo, Ala Plumosa, la curandera, que en ese momento era guerrera, se encontraba al borde de la muerte y era mi deber ayudarla. Al terminar la batalla, Cenizoso se me encaró y me dijo cosas muy horribles...

- ¿Qué te dijo? - preguntó apenado Junquillo.

- Me dijo que ya no era su hermano... - respondió él fingiendo dolor - solo por qué aquel día salvé a una gata de morir, también se distanció de mí vuestra madre, por qué Cenizoso le convenció de que había hecho cosas muy malas, a mi hermano el gusta exagerar mucho las cosas... Pero es muy cruel... En fin, pasamos muchos días sin hablarnos, todavía no nos hablamos y es mejor así... Escarchada tampoco me hablaba, estaba enfadada, pero estaba esperando a mis hijos y nos reconciliamos para que vosotros no crecierais sin un padre, ahora Cenizoso está solo... Y si queréis mi opinión es mejor así.