CAPITULO II : Una visita inesperada

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La mañana llegó tan pronto como un chasquido de dedos y una pelirroja de mirada verdigris se encontraba despertando perezosamente de su tan preciado sueño al sentir unos cálidos besos siendo depositados tiernamente en su hombro derecho haciendo que esta abriera lentamente sus ojos y se topara con aquellos ojos azules claros del rubio.

V: Buenos días amor - saludó de pronto con una suave sonrisa en su rostro

L: Buenos días - saludó de pronto con una tierna sonrisa mientras se incorporaba suavemente sobre la cama 

El desayuno transcurrió de manera tranquila, conversando de todo un poco y poniéndose al día sobre los últimos acontecimientos del trabajo, si bien el rubio le había dicho muchas veces que él podía solventar los gastos del hogar definitivamente ser una ama de casa no era una opción para ella y con un "No insistas más Vladimir" le quedó claro al rubio que Lena también era una persona autosuficiente.

V: ¿Puedo recogerte hoy del trabajo? - inquirió de pronto con visible interés untando queso fundido druzhba

L: No es necesario Vladimir me gusta caminar y además el trabajo está cerca del departamento - comentó de pronto con visible incomodidad - Porqué mejor no te pasas al supermercado están faltando algunos víveres para la alacena - comentó de pronto con visible preocupación dando un sorbo a su té

Al cabo de unos minutos, el ojiazul se había ido a trabajar y la pelirroja se dedicó a ordenar la habitación principal, la sala, la cocina y el baño para luego de unas horas más dirigirse a su centro de trabajo "La Universidad Estatal de Moscú" ubicada en la calle Leninskiye Gory a sólo cuatro cuadras de dónde se encontraba su departamento aún no podía creer como el rubio seguía intentando tener un control sobre ella no es que no le gustara la idea de pasar tiempo con él sino que este sólo lo hacía para vigilar con quiénes se relacionaba y definitivamente no estaba dispuesta a permitirlo, con el tiempo aprendió a reconocer cuando el rubio hacía las cosas por amor y cuando sólo para tener el control de las cosas.

Eran exactamente las 04:30 PM y la pelirroja se encontraba terminando de anotar el historial de vida de su penúltimo paciente un estudiante de administración de veintidós años cuando de pronto recibió la visita del que sería el último paciente de la semana.

L: Hola, buenas tardes ¿Cuál es su nombre? - inquirió de pronto con una suave sonrisa mientras terminaba de anotar en su agenda

Yulia Volkova - respondió de pronto tímidamente analizando minuciosamente su reacción

La pelirroja inmediatamente al escuchar aquel nombre sintió de pronto como se le erizó toda la piel por alguna razón desconocida y centrando rápidamente sus ojos verdigrises en aquellos ojos azules intensos de la chica, se obligó de pronto a mantener la compostura pues recordó que estaba en su ambiente de trabajo.

L: ¡Oh! Yulia - exclamó de pronto visiblemente sorprendida aún por su presencia - Qué... ¿Qué haces aquí? - inquirió de pronto visiblemente nerviosa 

Y: Bueno averigüé por una muy buena fuente que estabas trabajando aquí - respondió de pronto con una suave sonrisa mientras tomaba suavemente asiento - Sólo vine de visita no te asustes no pretendo ser analizada - comentó de pronto con visible gracia 

L: ¡Oh! que alivio - exclamó de pronto visiblemente aligerada - Por un momento pensé que habías olvidado la ética profesional - comentó de pronto con una suave sonrisa 

Y: No, me queda claro porque ahora somos... ¿Amigas? - inquirió de pronto con visible incertidumbre

L: Si, amigas - confirmó de pronto con una suave sonrisa - Y bueno... - hizo una breve pausa - Si me hubieras llamado quizás hubiésemos acordado un lugar para conversar - sugirió de pronto con inconformidad 

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