CAPITULO VIII : Una promesa

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Al día siguiente, una pelirroja de mirada verdigris se encontraba acostada de medio lado sintiéndose realmente extraña por haber tenido que fingir un maldito orgasmo con un rubio ojiazul quién visiblemente ignorante de la caótica situación que estaban viviendo, salió suavemente de la ducha y le sonrió tímidamente como si nada y es que si él realmente supiera que ayer no habría logrado complacerla del todo, sería un duro golpe para su hombría analizó de pronto con visible certidumbre levantándose suavemente de la cama.

El desayuno transcurrió de manera tranquila hablando de todo un poco sin embargo hubo un tema en especial que si bien hace unos días le hubiera encantado seguir planificando ahora sólo le producía incertidumbre y es que si debía ser realmente sincera en cuánto a sus emociones no se sentía realmente segura de querer casarse con el rubio ojiazul si bien siempre soñó con tener un buen esposo y formar una gran familia esa idea en ocasiones quedaba opacada cuando pensaba en lo que realmente había vivido con la pelinegra ojiazul pensó de pronto con visible incertidumbre observando como de pronto el rubio ojiazul seguía comentándole algunos de sus planes a futuro.

Eran exactamente la 01:00 PM y la pelirroja de mirada verdigris se encontraba llegando rápidamente a su respectivo centro de trabajo para luego de sentarse suavemente sobre su cómodo sillón y ultimar detalles con su secretaria, empezar a recibir a sus primeros pacientes de ese día. Al cabo de unas horas, la pelirroja de mirada verdigris se encontraba terminando de ejecutar su jornada laboral cuando de pronto recibió una sorpresiva visita de la pelinegra ojiazul.

L: Yulia ¿Qué haces aquí? - inquirió de pronto visiblemente nerviosa levantándose suavemente de su asiento

Y: ¿Por qué te desapareciste esa mañana eh? - quiso saber de pronto con visible molestia viendo fijamente a la chica 

L: Tenía trabajo, Yulia - respondió de pronto con visible seriedad colocando suavemente una mano sobre el escritorio 

Y: ¿Así? ¿Y por qué no contestas mis llamadas? - inquirió de pronto con visible escrutinio - ¿Por qué me estás evitando? - quiso saber de pronto con visible indignación acercándose suavemente hacia la chica

La pelirroja de mirada verdigris se sintió de pronto visiblemente vulnerable ante la sorpresiva cercanía de la chica y tratando de calmar un poco su respiración, cerró suavemente sus ojos. 

Y: ¡Lena responde! - pidió de pronto con visible frustración viendo fijamente a la chica

L: ¡Porque me gustas!, bien - respondió de pronto con visible neuroticismo viendo fijamente a la chica - Tuve miedo - reveló de pronto con visible timidez bajando suavemente su mirada 

La pelinegra ojiazul se quedó de pronto en visible estado de shock y tuvo que parpadear por algunos segundos antes de poder reaccionar.

Y: Y... ¿Por qué entonces no estamos juntas? - inquirió de pronto con visible confusión viendo fijamente a la chica 

L: Yulia tengo una boda en camino - reveló de pronto con visible pesar bajando suavemente su mirada

Y: ¡¿Qué acaso conmigo no tienes futuro?! - inquirió de pronto con visible alteración  

L: ¡Por Dios Yulia!, tienes un problema de adicción ¿Dime cómo podemos lidiar con eso eh? - inquirió de pronto con visible molestia viendo fijamente a la chica

Y: Voy a dejarlo - respondió de pronto con visible seriedad viendo fijamente a la chica

L: Has dicho eso muchas veces, Yulia - respondió de pronto con visible incredulidad viendo fijamente a la chica 

A Lena le dolió ver como la menuda chica se limpió tímidamente una rebelde lágrima que comenzó a resbalar lentamente por su mejilla, pero debía ser realmente sincera con ella reflexionó de pronto con visible certidumbre observando como de pronto la menuda chica se lanzó sorpresivamente a ella y le estampó un furioso e intenso beso haciendo que se recostara ligeramente sobre su propio escritorio para luego separarse sorpresivamente.

Y: Te prometo que esta vez será diferente - dijo para luego retirarse rápidamente del lugar 

La pelirroja de mirada verdigris se quedó de pronto en visible estado de shock tratando de comprender aun lo que acababa de pasar para luego de salir poco a poco de su estado de ensimismamiento, tocarse ligeramente los labios que aún conservaban el sabor de la chica. Al cabo de unos minutos, se encontraba llegando rápidamente a su departamento y tras ocultar lo mejor que pudo su nivel de turbación, pasó lo que restaba del día en compañía del rubio ojiazul.

Eran exactamente las 12:00 AM y una pelirroja de mirada verdigris se encontraba acostada de medio lado tratando realmente de dormir, pero al ver que le resultaba sumamente imposible, se incorporó ligeramente sobre la cama y tras quitar suavemente el brazo del ojiazul que reposaba sobre su cintura, se levantó cuidadosamente para dirigirse rápidamente hacia el balcón y tras respirar un poco de aire fresco, cerró suavemente sus ojos recordando el beso que le había robado la pelinegra ojiazul y tras abrirlos lentamente, se quedó viendo por algunos segundos el estrellado y pacífico cielo preguntándose si realmente esperaría por Yulia o terminaría jurando amor eterno ante el altar.

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