Una pelirroja se encontraba durmiendo pacíficamente en aquella humilde morada cuando de pronto sintió un fuerte dolor de cabeza que logró realmente despabilarla y tras abrir pesadamente sus ojos y toparse de lleno con aquél rostro adormilado de la pelinegra ojiazul, se sonrojó violentamente pues detalló que la chica se encontraba claramente desnuda bajo aquél oscuro y cálido cobertor y tras analizar por algunos segundos su níveo rostro, se levantó suavemente de la cama tratando de acordarse sobre lo que había ocurrido la noche anterior para luego de empezar a vestirse en silencio, disponerse a salir rápidamente de la habitación sin embargo detuvo cualquier movimiento cuando empezó a escuchar como la menuda chica se empezó a despertar suavemente detrás suyo.
Y: ¿Lena? - inquirió de pronto visiblemente turbada tomándose suavemente la cabeza
L: Yulia yo... - empezó a decir de pronto visiblemente desconcertada dándose suavemente la vuelta - Lo siento debo irme - dijo de pronto para luego salir rápidamente del lugar
La pelirroja de mirada verdigris recorrió suavemente el pasillo exterior para luego dirigirse rápidamente hacia la entrada del establecimiento y tras encontrarse a un Boris durmiendo plácidamente en un cómodo sillón ya se podía imaginar del espléndido panorama que debió haber encontrado el rubio cuando se disponía a entrar a su habitación pensó de pronto con visible vergüenza para luego de quitar silenciosamente el cerrojo y abrir suavemente la puerta desaparecer rápidamente del lugar. Al cabo de unos minutos, la pelirroja de mirada verdigris se encontraba llegando rápidamente a su destino y tras dar un gran suspiro de alivio tras la puerta, ingresó suavemente al cuarto de baño para darse un gran baño de agua tibia tratando de despejar un poco su mente sin embargo unas sorpresivas imágenes de la pelinegra ojiazul besándola por todo el cuerpo invadieron repentinamente su mente y tras sonrojarse violentamente se cubrió tímidamente el rostro con las manos pensando en que inclusive si no hubiese estado tomada y drogada esa noche hubiera terminado igual teniendo sexo con aquella chiquilla, le gustaba Yulia y no era una pregunta sino una afirmación pensó de pronto con visible pesar en aquella amplia y cómoda tina.
Eran exactamente la 01:00 PM y una pelirroja de mirada verdigris se encontraba dirigiendo rápidamente a su centro de trabajo para luego de llegar al lugar, empezar a atender habitualmente a sus pacientes sin embargo pequeños flashbacks de lo ocurrido la noche anterior hicieron realmente imposible concentrar su atención y tras estar por algunas horas fracasando como profesional pronto su horario de break dio inicio y tras dirigirse rápidamente hacia el habitual restaurante empezó a almorzar en completo silencio siendo interrumpida cuando recibió una sorpresiva llamada de la pelinegra ojiazul quién seguramente estaría buscando respuestas para su repentina huida de esta mañana sin embargo no se sentía lo suficientemente valiente como para hacer frente a tal situación y tras decirse mentalmente un "Perdóname Yulia" dejó que la llamada se cortara suavemente.
Al cabo de una hora, la pelirroja de mirada verdigris se encontraba regresando nuevamente a su departamento y tras dar un gran suspiro cansado, se echó plácidamente sobre su aún tendida cama, era la primera vez que amanecía en otro lugar que no fuera el suyo y el hecho de haberle sido infiel a su actual pareja sí que le había causado gran conmoción analizó de pronto con visible turbación recordando de pronto que ese día llegaría el rubio ojiazul de viaje y tras levantarse rápidamente de la cama empezó a preparar unos deliciosos Blinis para la cena pensando en que lo menos que podía hacer ahora era darle una agradable bienvenida. Al cabo de unos minutos, los deliciosos Blinis se ostentaban curiosamente sobre la mesa y tras echar un poco de crema agria encima y sonreír con agradable satisfacción, recibió de pronto una sorpresiva llamada del rubio ojiazul.
V: Hola amor ¿Cómo estás? - inquirió de pronto con una suave sonrisa
L: Bien, bueno esperando a que llegues pronto - comentó de pronto con una suave sonrisa
V: Bueno llegaré a las 07:00 PM y sabes te tengo una sorpresa - comentó de pronto con una suave sonrisa
L: ¿Así? bueno yo también te tengo una - comentó de pronto con una tímida sonrisa observando los panqueques sobre la mesa
Eran exactamente las 06:40 PM y una pelirroja de mirada verdigris se encontraba trabajando muy concentradamente en su ordenador portátil cuando de pronto recibió una sorpresiva llamada de la pelinegra ojiazul y tras estar por algunos segundos escuchando el sonoro aparato timbrar dejó que la insistente llamada pronto terminara para luego dedicarse a seguir trabajando en su ordenador portátil sin embargo aunque no quería admitirlo debía reconocer que le dolía evitar a la chica, pero mantener una cierta distancia por ahora era lo mejor pensó de pronto con visible certidumbre en aquella luminosa y solitaria sala. Al cabo de unos minutos, el rubio ojiazul se encontraba llegando rápidamente al respectivo departamento y tras saludar con un suave beso en los labios a la chica, fue gratamente sorprendido al divisar su postre favorito sobre la mesa y tras estar por algunos minutos degustando del exquisito platillo, vio el momento preciso para sorprender a la pelirroja de mirada verdigris con un fino collar de oro que había comprado en Estados Unidos sin embargo no esperó ver una reacción tan neutral de la chica.
V: ¿Qué sucede? ¿No te gusta? - inquirió de pronto visiblemente desanimado
L: ¿Qué? no claro que me gusta - respondió de pronto con una tímida sonrisa tomando suavemente el collar
V: ¿Segura? - inquirió de pronto visiblemente incrédulo
L: Si, segura - afirmó de pronto con una suave sonrisa
La pelirroja de mirada verdigris debía admitir que si realmente quería aparentar que todo estaba bien entre ella y el rubio pues debía esforzarse más, no es que no le gustara el regalo del rubio ojiazul es que su mente aún se encontraba movida por todo lo que había acontecido en tan pocos días pensó de pronto con visible turbación tomándose suavemente la cabeza producto del fuerte dolor de cabeza que estaba comenzando a sentir y tras pensar en tomarse una pastilla antes de ir a dormir, se dedicó a seguir compartiendo con el rubio ojiazul. Al cabo de unas horas, ambos se encontraban descansando plácidamente sobre la amplia cama de dos plazas sin embargo de un momento a otro la pelirroja de mirada verdigris sintió como de pronto el rubio ojiazul le empezó a acariciar suavemente su níveo abdomen y tras darse suavemente la vuelta y quedar plenamente a merced del chico, empezó a sentir de pronto unos cortos y suaves besos en su sensible cuello y sabiendo lo que procedería a continuación, se dedicó a entregarse al placer preguntándose si era algo que realmente quería o debía hacer.
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Éxtasis
Hayran KurguLa brillante psicóloga Elena Katina decide emigrar a la ciudad de Moscú con la finalidad de encontrar mejores oportunidades de trabajo sin embargo sin saber lo pequeño que es el mundo se terminará encontrando con una antigua paciente de consulta que...