𝕺𝖇𝖓𝖔𝖝𝖎𝖔𝖚𝖘 _Sujin- YoonJin.

Hijo.

nota: esta historia ya estaba escrita pero la modifique un poco debido al vídeo nuevo de Yoongi, es que no me resistí a incluirlo de esta manera en la trama, espero disfruten.

Advertencia: es una historia algo fuerte como "De color rojo" por si son sensibles.

-¡Es mio, no me lo quiten!-

 Jin  trataba de mirar por arriba de varios hombres sucios que suplicaban amontonados en la entrada de madera, que les dejaran ver a sus familias, movió sus pies descalzos llenos de espinas y tierra  de manera torpe tratando de escabullirse entre la muchedumbre para poder quedar frente a esta puerta.

Alguien toco su hombro, el giro sobre si mismo para encontrar los ojos de otro hombre quien angustiado le miro, no dijo ni una palabra pero era mas que claro que trataba de consolarlo

"No vas a poder salir de aquí" 

Y al verlo, negó abriendo la boca, arrugando la cara, dejando salir un graznido doloroso.

-¡Mi hijo!-

Su voz desgarrada busco alcanzar a los guardias de la entrada que entre sorna tomaron el montón de trapos que era su bebé de manera brusca.

-¡Por la madre luna, tengan piedad!- 

Su voz desgarradora hizo eco entre el montón de hombres frente a el, que negaron por el escándalo, la mayoría de ellos le dejaron pasar de forma torpe.

 -¡Déjenme tenerlo conmigo!-

Pero los oídos de los guardias eran sordos, mientras el cielo se volvía negro detrás de ellos, se burlaron de el, desesperado busco a su alrededor por ayuda, pero nadie iba a hacerlo, todos esos hombres venían del pueblo vecino, también habían  sido secuestrados para servir a un nuevo amo, no era el único llorando, un anciano que tenia la piel pelada y varia sangre en la frente se lamentaba con brazos abiertos por la injusticia de ser llevado a su edad a ese lugar para ser un esclavo.

Nadie iba a ayudarle por que todos esperaban ser rescatados tanto como el lo hacia.

Se poso en la barda de madera gritando a todo pulmón a los guardias, tenia que recuperar  a toda costa a su bebé y mientras lo hizo una mano golpeo la suya con tal fuerza que su dedo meñique hizo un sonido como si se hubiese salido. 

Con un palo grande de madera le golpearon la cabeza y un poco de sangre cedió de ella, pero no se iba a rendir, el escalo la barda como pudo pero antes de salir fue tirado de una pierna para regresar a su sitio, junto a todos los ratones sucios y nuevos esclavos del señor de esas tierras.

Entonces no le quedo mas que gritar como un desquiciado arrancando sus cabellos, los otros hombres a su alrededor lo miraron serios, unos se burlaron, otros le golpearon para que cerrara la boca, nadie quería ser muerto por un problemático hombre.

-Ya cierra la puta boca esclavo numero 71, el amo te escuchara y entonces no solo sera tu hijo el que muera, también tu lo seras- 

El les miro escupiendo y lanzando tierra con sus manos gastadas y volvió a gritar con fuerza hasta que alguien pateo su rostro con tanta fuerza  que mordió su lengua.

Se quedo en el suelo con lagrimas rojas en los ojos y miro a la nada exhausto, no podía creer, no podía concebir que su hijo iba a ser muerto por su imprudencia.

Las horas pasaron y se quedo quieto en la tierra, no importa cuanto le golpearon no se movió, entonces  uno de los guardias le arrastro por todo el patio hasta el lugar donde todos los esclavos descansaban amontonados de diez en diez en una celda.