El Amo Min es el dueño de gran parte de las tierras productoras de arroz y ganadero, tiene a su disposición un montón de esclavos que le sirven en casa, ninguno es mujer, el amo Min aborrece a las mujeres.
Un día en una de sus compras, un muchacho...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los cascos de el caballo resonaban en el suelo mientras el amanecer llegaba, hacia frio pero estaba cubierto de sudor y sangre, trato de recordar durante cuánto tiempo había estado luchando y no pudo ser certero, lo único claro era que en cuanto mas hombres al suelo se caían más aparecían.
Y ciertamente viendo al cielo grito alto furioso.
Namjoon no estaba lejos de él, había perdido a tres consortes mientras luchaba con los hombres de la casa de espada y casa Wang, todos reunidos frente a la segunda puerta del palacio.
No va a engañarse, desde que vio las bolas de fuego en la primera entrada, donde el muro estaba había sospechado de algo, y mas de Min, pero no pudo creer que pudiera aliarse con otras casas y lanzarse al palacio a pelear con intenciones de revolución.
Empujo lejos a una mujer de espada, alta, delgada pero especialmente amenazante con el cuchillo viendo como su ultimo esposo perecía y eso le lleno de furia.
Entonces alzando la vista sonrió.
Min miro a los ojos a el hermoso hombre que venia sobre un caballo blanco y sostuvo la cabeza de un hombre haciéndole añicos viendo a este hombre, retrocedió con el caballo, limpio su mejilla y le miro fijo.
―Mierda―
El fuego inicio, llamaradas altas que solo fueron apareciendo en la ropa de sus hombres, giro buscando a el hermano menor de Chen y lo vio peleando a la lejanía.
―¡Mocoso, fuera de aquí!―
El chico asintió escapando apenas de los hombres y viendo como Min se quedaba sobre su caballo frente a frente al hombre mas hermoso que nunca vio.
―Pequeña basura, pensé que jamás vería tu rostro otra vez―
―Es un gusto Baekho, pensé que ya no estabas con Siwon, siendo su perra―
―Tan vulgar como siempre―
―Dime una cosa― jadeo cansado por la lucha y miro alrededor viendo a sus hombres en llamas ―¿No te cansas de ser siempre el segundo en la cama de Siwon?, ¿No te cansas de siempre estar defendiendo su culo por que el cobarde no puede?―
