Confesiones

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—Sen- Kakashi-sensei,

—Rápido Sakura!!!! No te quedes como estatua viendo al vago!!!! Lo perdemos! Si no hacemos algo lo perderemos!!! - gritó una rubia de coletas con lágrimas en los ojos, Sangre en el pecho cara y brazos, al rededor de una camilla donde se encontraban 3 enfermeros más y Shizune junto a Kakashi.

—Acompáñeme Kakashi-san, yo curare sus heridas en otra habitación— dijo la pelinegra de cabello corto llevándose al del sharingan del brazo.
Él no dijo nada, tenía la mirada perdida en el cuerpo del Sannin sapo y sentía una pesadez en el corazón. —Jiraiya -sama- dijo en un susurro saliendo de la sala mientras un enfermero cerraba la puerta.

Sakura frunció el ceño, y comenzó a concentrar su chakra en la palma de la mano. —Sakura pon de tu parte!!!!! Eres la mejor después de mi! Te necesito! Te necesito ahora!—gritó más eufórica la Godaime Hokage —No quiero perderlo, no quiero... no lo soportaría... no otra vez, no él— con lágrimas en el rostro le decía al cuerpo tendido de Jiraiya, su compañero de equipo en el pasado y su amante por las noches en el presente.
Y no es que Sakura no quisiera ayudar, no, fue sólo que ver al maestro de Naruto sin su brazo izquierdo, la garganta rota, y seis barras de metal traspasando su espalda, la dejaron aturdida.
—Sal de aquí!!! No te acepte como discípula para que te quedes como momia admirando el terrible estado Jiraiya!!!— estuvo apunto de sacarla la Hokage cuando la pelirosa le ordenó —Quien debe salir de aquí es usted Shishou!!! No está pensando con la claridad! Si saca una a una las barras de metal de su espalda morirá!!!! No ve el derrame de sangre provocado!!!?- Tsunade abrió los ojos como platos y logró reaccionar al fijar su mirada en el suelo, y ver que su discípula tenía razón, la habitación era un charco de sangre —Sólo no quiero perderlo, yo... yo lo amo!!!! Gritó —Lo sé, déjemelo a mí— Al decir estas palabras Sakura le transmitió tranquilidad, sabía que ella lo lograría, así que Tsunade asintió y salió de la habitación. su alumna, la había superada pensó.

36 horas, 36 horas de suspenso, de llanto por parte de dos rubios ambos de sangre Uzumaki, Si, Tsunade y Naruto ambos sabían que Sakura podía controlar la situación y salvar a Jiraiya, pero eso no cesaba sus lágrimas. 36 horas en las que sólo podían observar a la habitación del fondo con una luz encendida, 36 horas sin haber probado alimento, ni siquiera un baño, hasta que....

Por fin. La luz de aquella habitación se había apagado, al momento salió una doctora de cabellos rosa, Naruto salió corriendo casi tropezando con su propio pie, y detrás su maestra.

—Sakura-Chan!!!! Hey! Sakura-Chan cómo está!? Cómo está Ero-Senin!— Le decía mientras se limpiaba algunas lágrimas anidadas en sus ojos, Tsunade quien se había quedado parada recostada en la pared sólo observó a Sakura.

Demacrada, con ojeras en sus ojos, el cabello despeinado, sangre por toda su ropa y con una mirada cabizbaja respondió en un suspiro. —Está a salvo— sin más, ni la autorización de la Haruno, la rubia de coletas se interceptó a la habitación para encontrarse con su amado peliblanco durmiendo, o al menos así se veía
—Déjale— le decía la Haruno a Naruto quien había intentado ingresar a la sala detrás de tsunade —ellos se necesitan en este momento— le mencionó.

—Baka— le dijo con lágrimas rodando por sus mejillas

—Déjame explicarte— hablo con voz ronca su amante y aún con los ojos cerrados

—Te dije que no lo hicieras— respondió la rubia —si tan solo hubieses visto el estado en que te encontró Kakashi—

—Lo sé, y lo siento, pero era mi deber, y lo sabes. Por qué te molestas? Somos shinobis y en cada misión nos exponemos a tal punto de— se detuvo para tomar una bocanada de aire —a tal punto de perder la vida— soltó

Eres perfecto para mí (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora