—Para esta misión te llamarás Sakura— habló serio —Y serás mi esposa— aseguró bajando su máscara y posando un casto beso en los labios del anbu en frente.
Ella no se inmutó, era profesional si, pero a fin de cuentas era humana y era mujer, nunca había estado con ningún hombre, ni siquiera había dado su primer beso. O al menos no lo recordaba. Al sentirla tensarse bajo el suave beso, Kakashi sujeto su rostro con ambas manos y la besó, apasionadamente irrumpiendo su cavidad bucal con su húmeda lengua en un sensual baile que ella correspondió. Él lo necesitaba, la necesitaba, necesitaba saciarse pues habían sido años sin ella.
—Sakura, muévete— le ordenó
Nerviosa subió sus manos hasta su cuello, tomando sus plateados cabellos lo atrajo hacia ella intensificando aquel beso. De la garganta del Hokage salió un jadeo que provocó que las bragas de Sakura se mojaran al instante, las manos fuertes y callosas de él vagaron por su espalda hasta conectarse perfectamente en su cintura, quedando a la medida, como hechos el uno para el otro. La jaló hacia él y sintieron sus pechos rozarse. Su entrepierna comenzó a doler como los Mil demonios, necesitaba con urgencia deshacerse de los pantalones de ambos. De espaldas la llevó hasta el escritorio, el beso que comenzó siendo casto y delicado se había tornado brusco y lleno de deseo. Sakura posó sus manos en el pecho fuerte del mayor, encontrándose con el botón que hacía que su capa de Hokage se sujetara a su cuerpo, eso hasta que ella se deshizo de la prenda dejándola caer por la parte trasera de Kakashi. No sabía que pasaba con ella, pues su corazón le pedía más de él, su cuerpo le rogaba estar a horcajadas sobre sus piernas y su sexo le exigía aún más, tenía en su ser un sentimiento de necesidad para con el Hatake.
Por otro lado, Kakashi tenía miedo, miedo nuevamente al rechazo de su esposa así que fue despacio, con una mano retiró todo objeto que se encontrara sobre el escritorio botándolo al suelo a su derecha, y con la otra mano la cargó sentándola en el mueble de madera con las piernas bien abiertas para él, de pronto sintió que Sakura había dejado a un lado su timidez, su profesionalismo, su falta de empatía para él y lo estaba atrayendo con las piernas envueltas en su cadera. decidió probar suerte.
Bajó las manos de su cintura hasta llegar a sus glúteos, las movió en suaves caricias y los apretó. De la garganta de la pelirrosa salió un agudo y largo gemido, presionando sus muslos al mismo tiempo y sintiendo como sus paredes vaginales se contraían ante esa caricia. Para Kakashi eso fue la gloria, pero por su puesto, quería más.
Descendió sus endemoniados besos por la mandíbula de su amada dejando pequeñas mordidas hasta llegar a su cuello, que besó de una manera tan malditamente sensual. Su deseo le exigió moverse más abajo. Y se encontró frunciendo el ceño con su chaleco Anbu, se molestó pues era un obstáculo entre su boca y la piel de Sakura. La chica anbu notó esto e inmediatamente se quitó la prenda mostrando su torso desnudo, senos redondamente firmes y pezones completamente erectos por la excitación.
Asombrado por el acto Kakashi se quedó quieto admirando todo aquello que había extrañado durante tanto tiempo y que el cielo sabía; era suyo.
Subió su mirada hasta esos ojos color jade que tanto amaba, sin desviarla ningún segundo dirigió su boca hasta uno de sus botones rosa. Lo acarició con la punta de su lengua por unos segundos, luego lo sumergió completamente dentro de su boca. Al contacto húmedo en su piel, Sakura sólo pudo articular en un gemido el nombre: —"Kakashi"— y ambos se dejaron llevar por el placer que sentían.
Ninguno de los dos se dio cuenta en qué momento se deshicieron de los pantalones, pero agradecían a Kami el simple hecho de ya estar desnudos.
Sakura concentró su mirada en la parte baja del Rokudaime, su hombría, el orgullo de él pues era jodidamente grande y sabía cómo trabajar. Quiso tomarlo entre sus manos, pero él no quería perder más tiempo, quería volver a ser uno dentro de ella, así que no se lo permitió, tomándolo del glande se dirigió a la entrada de su amada. Sin esperar autorización se deslizó, no sin antes escuchar un: —"despacio"— por parte de ella. Algo que le pareció tierno a Kakashi. Pero así lo hizo. Le tomó toda su fuerza de voluntad no penetrarla de una sola estocada solo así se sentiría pleno, pero no, la quería complacer.
Ya dentro de ella ambos sintieron una corriente eléctrica por todo su cuerpo, se sintieron plenos.
Comenzó con embestidas lentas pero fuertes. Era tanto el deseo de ambos que Bastaron sólo 3 estocadas para que ella alcanzara el orgasmo, y solo 5 para que lo alcanzara él.
El Hokage bajó su cabeza hasta el hombro de ella suspirando habló —Te extrañé tanto— no esperaba recibir una respuesta por parte ella pero — Yo también te extrañé... Kakashi — pronunció dulcemente.
Kakashi no lo podía creer, levantó su cabeza para encontrarse con la mirada de ella y descubrir si el Tsukuyomi había desaparecido pero antes de verla se encontró con la máscara anbu en el escritorio y recordó. Era una misión y ella era una profesional en su trabajo. Eso hizo que su erección disminuyera y consiguiera salir del interior de la chica anbu. Se colocó los pantalones y dio media vuelta. —Vístete— le ordenó y así lo hizo
Kakashi con el corazón destrozado por seguir aún sin su Sakura, aquella que lo amaba con locura, y Sakura, confundida sin saber porque le había dicho que también lo había extrañado, no pensaba hacerlo, sus palabras simplemente fluyeron desde su corazón.
—Oe Sakura-chaaaaan— gritó alegre Naruto entrando a la oficina al ver a su compañera de equipo frente a él, se dispuso a darle un cálido abrazo pero ella lo apartó bruscamente
—Q-que qué pasa contigo Sakura-Chan — dijo el rubio haciendo un puchero
—No la hemos podido sacar del Tsukuyomi— comentó su Sensei.
—QUEE!!!?? Pero si recién acabo de escuchar sus— puso cara de asco — gemidos y también el ruido de ese escritorio siendo embestido— señaló el mueble y un escalofrío recorrió su espalda haciendo que Naruto temblara
—Pensé que ya todo sería como antes— habló con desánimo. Mientras que en Sakura aparecía un color carmesí por sus mejillas.
Kakashi bajó su mirada derrotado y aseguró —volverá a ser como antes—
Sin más, salieron de la oficina hasta las puertas de la aldea. Naruto y Kakashi corrían juntos mientras que Sakura alejada de ellos les cubría la espalda.
—Alto— ordenó el mayor. Y sus dos estudiantes se detuvieron.
—Me llego tu mensaje Kakashi— salió desde las sombras
—Me ayudarás
—...
—Dime me ayudarás!?!
—Vaya Kakashi... tan impaciente como siempre— se burló el Uchiha saliendo detrás de la sombra de su hermano.
—Sasuke...kun
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Eres perfecto para mí (Completa)
RomanceSakura se encontraba en la mejor etapa de su juventud y no podría desperdiciarla, no con cualquier hombre. Al menos ... eso creía él